[:es]

El año 2020 será recordado por décadas o quizás siglos. La pandemia impuso la prueba más estresante a todas las formas de gobierno, a los diferentes modelos económicos, a la globalización, a la tecnología, a los gobernantes, a las empresas y a las familias. Mikhail Shishkin, el escritor vivo más importante de Rusia, define al covid-19 como una especie de suero de la verdad para la humanidad.

Aún es pronto para saber si las muy difíciles circunstancias que sobrevinieron este año, detonarán una nueva ola de nacionalismo y proteccionismo (la doctrina “los efectos de la cooperación y la integración económica están sobrevalorados; yo puedo recuperarme solo”), que debilité la globalización y el multilateralismo que tanto le costó forjar a los líderes aperturistas de la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI, o por el contrario, si la embarazosa realidad social que exacerbó la pandemia, motive la repotenciación de las estrategias mancomunadas de expansión comercial y desarrollo (la doctrina “es más fácil recuperarnos si nos asociamos y cooperamos”).

Los optimistas creen que la humanidad aprenderá la lección y suelen recordar que la devastación que ocasionó la peste negra en Asia y Europa a mediados del siglo XIV, hirió de muerte a la sociedad medieval y sus instituciones pero le limpió el camino al renacimiento. Las mentes resilientes le apuestan a un mundo más solidario y consciente, decidido a generar riqueza de forma sostenible, que tome acción en contra de la inequidad y a favor del medio ambiente con la ayuda de la academia, los canales multilaterales y la tecnología.

Pero más allá de las enseñanzas o del dividendo moral que los biempensantes esperan obtener de esta despiadada pandemia, lo cierto es que la economía está enfrentando su peor recesión en décadas. El Banco Mundial pronostica que el PIB global se contraerá en -5,2% al cierre del 2020, situación que se agudiza al -7,2% si solo se proyecta la contracción para Latinoamérica. La misma entidad estima que en 2021 el comportamiento del PIB se recuperará y superará los números rojos, llegando a crecer en 4,2% a nivel mundial y 2,8% en nuestra región. Los planes de reconstrucción de la economía abundan (gracias a la contribución de las universidades y los tanques de pensamiento) y contemplan desde la reivindicación del keynesianismo (que consiste en aumentar el gasto público para aumentar la demanda agregada y de esta forma estimular la producción, la inversión y el empleo), pasando por garantizar el abastecimiento masivo de la vacuna al costo que sea para que vuelva la confianza, los viajes y se reactive a pleno la industria del entretenimiento, hasta llegar a la reducción drástica de los impuestos a las empresas, para que sea el sector privado el que se encargue de dinamizar la economía.

Sea cual sea la estrategia de recuperación económica que adopten los países de Latinoamérica, la industria aseguradora deberá prepararse para ser facilitador de dichos planes. Tiene en frente la oportunidad de ser aún más relevante, ayudando a los gobiernos y a los empresarios a aceptar los riesgos derivados de los planes de reconstrucción del tejido social y empresarial. Un ejemplo concreto de la contribución que podrán hacer los aseguradores marítimos a los planes para enfrentar la pandemia y seguir adelante, tiene que ver con el transporte y manipulación de las vacunas contra el COVID, en donde aparte de aceptar el riesgo inherente a esta crucial cadena de abastecimiento, pueden también ofrecer asesoramiento a los gobiernos y a las asociaciones de seguros locales, para que las licitaciones de transporte y seguros que acometan los Ministerios de Salud, que serán los principales compradores de vacunas, se ajusten a las especificidades de la logística en cuestión, cuyas especiales características, frecuencias y cúmulos, hacen que el nivel de riesgo y la complejidad de suscripción exceda con diferencia la de un tránsito convencional de medicamentos. ALSUM ofrece desde ya su red de conocimiento y sus plataformas de difusión para servir a las necesarias actividades de capacitación en seguros, que requerirá la titánica empresa de proteger las vacunas y acercarlas indemnes a millones de personas.

Pero el futuro cercano de la economía no solo estará influenciado por las consecuencias del COVID y los planes de recuperación; también dependerá de cómo se configure el podio del nuevo orden económico mundial. El fuego cruzado entre China y Estados Unidos, las dudas sobre el futuro de la Unión Europea, el deterioro del precio del petróleo, el ascenso poblacional de la India (igualó a China), la parsimonia de Japón y el advenimiento de los nuevos tigres asiáticos (Camboya, Vietnam, Laos y Myanmar), son algunos de los determinantes de la riqueza y los flujos de comercio a nivel mundial, a los que Latinoamérica tendrá que adaptarse si pretende sacar provecho de la situación o si al menos espera no rezagarse, para lo cual resulta apremiante diversificar el portafolio de socios comerciales y complementar la exportación de materias primas, con más ventas de bienes y servicios de valor agregado.

Los asistentes del próximo Congreso de ALSUM que se llevará a cabo el 27,28 y 29 de octubre de 2020, podrán reflexionar sobre estos y otros decisivos tópicos que explicarán el panorama del seguro marítimo y su entorno en los próximos 3 años, de la mano de conferencistas de clase mundial como Antonio Huertas Mejias, CEO del Grupo Mapfre, Juana Francisca Llano, CEO de Seguros Sura, Sean Dalton, Head of Marine Underwriting North America en Munich Re, Howard Kingston, Global Head of Marine en Zurich, Ismael Cobos, Delgado de la División de Seguridad Marítima de la Organización Marítima Internacional, Mita Chavda, Head of Technical Sales en Concirrus y María Fernanda Alonso, Senior Marine Underwriter VP en Swiss Re, entre otros destacados expositores.

Leonardo Umaña – Secretario General de ALSUM

[:en]

2020 will be remembered for decades or perhaps centuries. The pandemic imposed the most stressful test on all forms of governance, different economic models, globalization, technology, governments, businesses and families. Mikhail Shishkin, the most important living writer in Russia, defines covid-19 as a kind of truth serum for humanity.

It is still too early to tell whether the very difficult circumstances occurred this year will trigger a new wave of nationalism and protectionism (the doctrine ‘the effects of economic cooperation and integration are overrated; I can recover on my own’), that I weakened the globalization and multilateralism took so long to forge for the leaders of the second half of the twentieth century and the beginning of the twenty-first, or on the opposing, if the embarrassing social reality exacerbated the pandemic, motivate the repowering of the joint strategies of commercial expansion and development (the doctrine ‘it is easier to recover if we associate and cooperate’)

Optimists people believe humanity will learn the lesson and often remember the devastation caused by the Black Death in Asia and Europe in the middle of the 14th century mortally wounded medieval society and its institutions but cleared the way for renaissance. Resilient minds are betting on a more supportive and conscious world, determined to generate wealth in a sustainable way, that acts against inequity and for the environment with the help of academia, multilateral channels and technology.

But beyond the lessons or the moral dividend policymakers expect from this vicious pandemic, the truth is the economy is facing its worst recession in decades. The World Bank forecasts global GDP will contract by -5.2% at the end of 2020, a situation that worsens to -7.2% if only the contraction is projected for Latin America. The same entity estimates that in 2021 the behavior of GDP will recover and will exceed the red numbers, growing by 4.2% globally and 2.8% in our region. Plans of reconstruction of the economy abound (thanks to the contribution of universities and thought tanks) and contemplate from the vindication of Keynesianism (which consists of increasing public spending to increase aggregate demand and thus stimulate production, investment and employment), by guaranteeing the mass supply of the vaccine at whatever cost to restore confidence, travel and the entertainment industry is fully reactivated, leading to a drastic reduction in corporate taxes, so the private sector is responsible for boosting the economy.

Whatever economic recovery strategy Latin American countries adopt; the insurance industry must prepare to facilitate such plans. It can be even more relevant by helping governments and entrepreneurs to accept the risks arising from plans to rebuild the social and business fabric. A concrete example of the contribution that marine insurers will be able to make to plans to confront the pandemic and move forward, has to do with the transport and handling of vaccines against the COVID, where apart from accepting the risk inherent in this crucial supply chain, may also offer advice to governments and local insurance associations to ensure that transport and insurance tenders are launched by the Ministries of Health, which will be the main purchasers of vaccines, are tailored to the specificities of the logistics concerned, the special characteristics, frequencies and clusters of which cause the level of risk and the complexity of the subscription to exceed that of a conventional transit of medicinal products. ALSUM already offers its knowledge network and dissemination platforms to serve the necessary insurance training activities, which will require the titanic company to protect vaccines and bring them closer to millions of people.

But the near future of the economy will not only be influenced by the consequences of COVID and recovery plans; it will also depend on how the podium of the new world economic order is set. The crossfire between China and the United States, the doubts about the future of the European Union, the deterioration of the oil price, the population rise of India (it equaled China), the parsimony of Japan and the advent of the new Asian tigers (Cambodia, Vietnam, Laos and Myanmar), are some of the determinants of wealth and trade flows worldwide, to which Latin America will have to adapt if it wants to take advantage of the situation or if it at least hopes not to lag behind, for which it is urgent to diversify the portfolio of trading partners and complement the export of raw materials with more sales of value-added goods and services.

Attendees of the next ALSUM Congress to be held on 27,28 and 29 October 2020, will be able to reflect on these and other key topics that will explain the panorama of maritime insurance and its environment in the next 3 years, by world-class lecturers such as Antonio Huertas Mejias, CEO of the Mapfre Group, Juana Francisca Llano, CEO of Sura Insurance, Sean Dalton, Head of Marine Underwriting North America in Munich Re, Howard Kingston, Global Head of Marine in Zurich, Ismael Cobos, Delgado of the Maritime Safety Division of the International Maritime Organization, Mita Chavda, Head of Technical Sales at Concirrus and María Fernanda Alonso, Senior Marine Underwriter VP at Swiss Re, among other prominent exhibitors.

Leonardo Umaña – Secretary General of ALSUM

[:pb]

O ano de 2020 será lembrado por décadas ou talvez séculos. A pandemia colocou a prova mais estressante a todas as formas de governo, aos diferentes modelos econômicos, à globalização, à tecnologia, aos governos, às empresas e às famílias. Mikhail Shishkin, o escritor vivo mais importante da Rússia, define a COVID-19 como uma espécie de soro da verdade para a humanidade.

Ainda é cedo para saber se as circunstâncias muito difíceis que ocorreram neste ano vão desencadear uma nova onda de nacionalismo e protecionismo (a doutrina «os efeitos da cooperação e integração econômica são superestimados; eu posso me recuperar sozinho»), que fragilizou a globalização e o multilateralismo que tanto custou forjar os lideres liberais da segunda metade do século XX e do início do XXI, ou ao contrário, se a embaraçosa realidade social que agravou a pandemia motiva o repotenciamento das estratégias conjuntas de expansão comercial e desenvolvimento (a doutrina “é mais fácil recuperar se nos associarmos e cooperarmos”).

Os otimistas acreditam que a humanidade aprenderá sua lição e frequentemente lembram que a devastação que a Peste Negra causou na Ásia e na Europa em meados do século 14 feriu mortalmente a sociedade medieval e suas instituições, mas abriu caminho para o renascimento. Mentes resilientes estão comprometidas com um mundo mais solidário e consciente, determinado a gerar riqueza de forma sustentável, que atue contra a desigualdade e em prol do meio ambiente com a ajuda da academia, dos canais multilaterais e da tecnologia.

Mas, além dos ensinamentos ou do dividendo moral que os pensadores esperam tirar dessa pandemia cruel, a verdade é que a economia está enfrentando sua pior recessão em décadas. O Banco Mundial projeta que o PIB global se contraia -5,2% ao final de 2020, situação que piorará para -7,2% se a contração for projetada apenas para a América Latina. A mesma entidade estima que em 2021 o comportamento do PIB se recupere e supere os números vermelhos, atingindo um crescimento de 4,2% no mundo e 2,8% na nossa região. Abundam os planos de reconstrução da economia (graças à contribuição das universidades e dos tanques de pensamento) e contemplam desde a pretensão do keynesianismo (que consiste em aumentar o gasto público para aumentar a demanda agregada e assim estimular a produção, investimento e emprego), desde garantir o abastecimento massivo da vacina a qualquer custo para restaurar a confiança, viajar e reativar plenamente a indústria do entretenimento, até a redução drástica de impostos sobre as empresas , para que o setor privado se encarregue de dinamizar a economia.

Qualquer que seja a estratégia de recuperação econômica adotada pelos países latino-americanos, o setor de seguros deve se preparar para ser um facilitador desses planos. O Setor tem a oportunidade de ser ainda mais relevante, ajudando governos e empresários a aceitar os riscos decorrentes dos planos de reconstrução do tecido social e empresarial. Um exemplo concreto da contribuição que as seguradoras marítimas podem dar aos planos de enfrentar a pandemia e avançar tem a ver com o transporte e manuseio das vacinas COVID, além de aceitar o risco inerente a esta crucial cadeia, podem também aconselhar governos e associações de seguros locais, para que os concursos de transporte e seguros realizados pelos Ministérios da Saúde, que serão os principais compradores das vacinas, se ajustem às especificidades da logística em questões, cujas características especiais, frequências e clusters tornam o nível de risco e a complexidade da subscrição muito superior ao de um trânsito de medicamentos convencional. A ALSUM agora oferece sua rede de conhecimento e suas plataformas de disseminação para atender às atividades de formação em seguros necessárias, que serão exigidas pela empresa titânica de proteger vacinas e torná-las inofensivas a milhões de pessoas.  

 

Mas o futuro próximo da economia não será apenas influenciado pelas consequências da COVID e dos planos de recuperação. Dependerá também da configuração do pódio da nova ordem econômica mundial. O fogo cruzado entre China e Estados Unidos, dúvidas sobre o futuro da União Européia, a deterioração do preço do petróleo, o aumento populacional da Índia (igualou a China), a parcimônia do Japão e o advento dos novos tigres asiáticos (Camboja, Vietnã, Laos e Mianmar), são alguns dos determinantes da riqueza e dos fluxos de comércio em todo o mundo, aos quais a América Latina terá que se adaptar se pretende tirar proveito da situação ou se ao menos espera não ficar para trás, para que é urgente diversificar o portfólio de parceiros de negócios e complementar a exportação de matérias-primas, com mais vendas de bens e serviços de valor agregado.

Os participantes do próximo Congresso ALSUM que acontecerá nos dias 27, 28 e 29 de outubro de 2020, poderão refletir sobre estes e outros temas decisivos que irão explicar o panorama do seguro marítimo e seu entorno nos próximos 3 anos, lado a lado de palestrantes de nível mundial, como Antonio Huertas Mejias , CEO do Mapfre Group, Juana Francisca Llano , CEO da Seguros Sura, Sean Dalton , Chefe de Subscrição Marítima da América do Norte em Munich Re, Howard Kingston , Chefe Global de Marinha em Zurique, Ismael Cobos , Delgado da Divisão de Segurança Marítima da Organização Marítima Internacional, Mita Chavda , Chefe de Vendas Técnicas da Concirrus e María Fernanda Alonso , VP Sênior de Underwriter Marítimo da Swiss Re, entre outros expositores de destaque.       

Leonardo Umaña – Secretário Geral da ALSUM 

[:] 

Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.