[:es]Una noticia de El Tiempo: Hay una lucha en el mercado por conseguir tapabocas y recursos médicos para combatir el covid-19.

Esta expresión fue acuñada en Francia por la controversia que generó el impase surgido cuando nacionales de otro país compraron en la pista de un aeropuerto chino un cargamento de tapabocas quirúrgicos que habían adquirido algunas regiones francesas, ofreciendo un precio varias veces superior. Estos hechos son parte de la guerra imperante en el mercado mundial de productos e insumos para combatir el coronavirus. Las dramáticas imágenes de países en los que colapsó la infraestructura de salud generaron pánico y un desmesurado crecimiento de la demanda de esos bienes.

Pero los productores tradicionales no tienen la capacidad instalada para responder con una mayor oferta en el corto plazo. El resultado ha sido una creciente escasez, incrementos exorbitantes de los precios, entrada de productores inexpertos, desarrollo de prácticas poco competitivas y adopción de medidas proteccionistas que enrarecen aún más el ambiente.

Un estudio de Kearney muestra que los precios están subiendo como la espuma, por esa guerra, y Colombia no es la excepción.

Entre enero y abril los precios de los tapabocas quirúrgicos en el país aumentaron en 531%; los de los tapabocas N-95 en 262%; las batas médicas desechables en 173%; y los guantes de látex en 66%. Muy ilustrativo es el caso de los ventiladores mecánicos VG70, requerido para las UCI, con un incremento del 142%.

Se registran situaciones insólitas, como, por ejemplo, el caso de un proveedor de tapabocas que le recomendó al comprador poner escoltas a los contenedores desde la fábrica hasta la llegada al país importador, por los riesgos de asalto durante el trayecto.

Diferentes gobiernos restringen las exportaciones de sus empresas productoras de elementos de salud, forzándolas a atender primero el mercado interno; como la producción de varios de ellos está altamente concentrada en unos pocos jugadores, los impactos son más dramáticos.

Lea la noticia completa en Eltiempo.com
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Una noticia de El Tiempo: Hay una lucha en el mercado por conseguir tapabocas y recursos médicos para combatir el covid-19.

Esta expresión fue acuñada en Francia por la controversia que generó el impase surgido cuando nacionales de otro país compraron en la pista de un aeropuerto chino un cargamento de tapabocas quirúrgicos que habían adquirido algunas regiones francesas, ofreciendo un precio varias veces superior. Estos hechos son parte de la guerra imperante en el mercado mundial de productos e insumos para combatir el coronavirus. Las dramáticas imágenes de países en los que colapsó la infraestructura de salud generaron pánico y un desmesurado crecimiento de la demanda de esos bienes.

Pero los productores tradicionales no tienen la capacidad instalada para responder con una mayor oferta en el corto plazo. El resultado ha sido una creciente escasez, incrementos exorbitantes de los precios, entrada de productores inexpertos, desarrollo de prácticas poco competitivas y adopción de medidas proteccionistas que enrarecen aún más el ambiente.

Un estudio de Kearney muestra que los precios están subiendo como la espuma, por esa guerra, y Colombia no es la excepción.

Entre enero y abril los precios de los tapabocas quirúrgicos en el país aumentaron en 531%; los de los tapabocas N-95 en 262%; las batas médicas desechables en 173%; y los guantes de látex en 66%. Muy ilustrativo es el caso de los ventiladores mecánicos VG70, requerido para las UCI, con un incremento del 142%.

Se registran situaciones insólitas, como, por ejemplo, el caso de un proveedor de tapabocas que le recomendó al comprador poner escoltas a los contenedores desde la fábrica hasta la llegada al país importador, por los riesgos de asalto durante el trayecto.

Diferentes gobiernos restringen las exportaciones de sus empresas productoras de elementos de salud, forzándolas a atender primero el mercado interno; como la producción de varios de ellos está altamente concentrada en unos pocos jugadores, los impactos son más dramáticos.

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[:pb]Una noticia de El Tiempo: Hay una lucha en el mercado por conseguir tapabocas y recursos médicos para combatir el covid-19.

Esta expresión fue acuñada en Francia por la controversia que generó el impase surgido cuando nacionales de otro país compraron en la pista de un aeropuerto chino un cargamento de tapabocas quirúrgicos que habían adquirido algunas regiones francesas, ofreciendo un precio varias veces superior. Estos hechos son parte de la guerra imperante en el mercado mundial de productos e insumos para combatir el coronavirus. Las dramáticas imágenes de países en los que colapsó la infraestructura de salud generaron pánico y un desmesurado crecimiento de la demanda de esos bienes.

Pero los productores tradicionales no tienen la capacidad instalada para responder con una mayor oferta en el corto plazo. El resultado ha sido una creciente escasez, incrementos exorbitantes de los precios, entrada de productores inexpertos, desarrollo de prácticas poco competitivas y adopción de medidas proteccionistas que enrarecen aún más el ambiente.

Un estudio de Kearney muestra que los precios están subiendo como la espuma, por esa guerra, y Colombia no es la excepción.

Entre enero y abril los precios de los tapabocas quirúrgicos en el país aumentaron en 531%; los de los tapabocas N-95 en 262%; las batas médicas desechables en 173%; y los guantes de látex en 66%. Muy ilustrativo es el caso de los ventiladores mecánicos VG70, requerido para las UCI, con un incremento del 142%.

Se registran situaciones insólitas, como, por ejemplo, el caso de un proveedor de tapabocas que le recomendó al comprador poner escoltas a los contenedores desde la fábrica hasta la llegada al país importador, por los riesgos de asalto durante el trayecto.

Diferentes gobiernos restringen las exportaciones de sus empresas productoras de elementos de salud, forzándolas a atender primero el mercado interno; como la producción de varios de ellos está altamente concentrada en unos pocos jugadores, los impactos son más dramáticos.

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