Panorama
Por: Hernan J. Cantillo
Gerente regional LATAM, Chubb
Desde hace ya varios años, la industria y el comercio impulsaron el Just InTime como una práctica correcta que redundaba en un mejor aprovechamiento de los recursos de toda la cadena de producción y logística. El Just InTime es algo que calza de manera precisa en la globalización que concentra, en muchos casos, la producción de materias primas, productos semielaborados o directamente en productos terminados, en unas pocas plantas de gran tamaño y capacidad en lugares geográficos muy específicos.
La razón principal para la aplicación del Just inTime es mantener un adecuado control sobre los costos y de esta forma poder conservar los márgenes de ganancia esperados por los dueños y accionistas. Sin embargo, algunas situaciones nos indican que querer mantener bajos los costos trae consigo baja confiabilidad.
La pandemia nos puso en evidencia; el cierre de plantas y puertos inicialmente en China y posteriormente en el resto de Asia, dejó sin materia prima y productos terminados a muchas empresas de electrónica y consumo masivo en Estados Unidos y Latinoamérica. Unas semanas después, con el resto del mundo ya afectado y encerrado, se produjeron otros desbalances que no han hecho sino agravar la situación.
Los compradores en cuarentena compraban más y además lo hacían por plataformas de comercio electrónico. Cuando empezamos a ver la luz al final del túnel, empezaron a faltar los contenedores, ya que la mayor parte de ellos iban en un solo sentido. Las empresas que quisieron ser más previsibles aumentaron los pedidos y eran tantos los buques que los puertos de varios puntos del mundo se congestionaron. Un buque se atascó en una de las rutas comerciales más grandes y nos acercamos más al colapso, conseguir espacio en los buques empezó a ser un problema y el capitalismo en su más pura expresión ha hecho que los precios aumenten fuertemente.
Ahora, la energía en todas sus formas ha aumentado su precio, se acercan las temporadas de mayores ventas y aún no salimos del caos.
¿Qué tan grave es no poder entregar un producto a los compradores o informarles que sus pedidos podrán ser entregados en unos meses? Esto es darle oportunidad al cliente de probar el producto de la competencia; ¿y si no vuelve? La probabilidad de perder clientes y no recuperarlos nunca más es alta. En resumen, los problemas de las cadenas logísticas no solo afectan las ventas, sino que también están afectando los costos, ya que el valor de los fletes en algunas rutas ha aumentado hasta 6 veces en comparación con el del 2019.
Las cadenas logísticas deben ser evaluadas en detalle. El análisis se inicia en el estudio de los procesos internos y, posteriormente, se debe ir tanto a los proveedores de materias primas y sus medios de transporte, como a los medios de transporte, los puntos de distribución y finalmente a los clientes finales.
Como resultado de estas evaluaciones, se debe determinar cuáles son los socios de los que depende la empresa y en cuáles hay riesgo de que no llegue el producto al comprador. Una vez identificados, se deben desarrollar alternativas, evaluarlos y revisar si ellos han hecho su propio análisis y, finalmente, ayudarles a aumentar su confiablidad.
Desarrollar proveedores de cercanía (regionales, país o continente) es una muy buena opción. Este es un círculo virtuoso ya que esto genera desarrollo, baja la tasa de desempleo de esa región, aumenta la masa de compradores y consumidores, los mercados están mejor atendidos y disminuye la huella de carbono generada por los largos trayectos de transporte.
El manejo de los inventarios es también una clave del Just In case; no solamente el aumento propio de los bienes listos para el siguiente paso, sino la digitalización que nos permita tener control sobre los inventarios, incluyendo lo virtuales, teniendo en cuenta que los esquemas de demanda ahora deben ser mayores a los que se tenían antes de la pandemia.
El Just In Case parece que ha venido para quedarse. Ya algunas empresas, en Europa especialmente, han empezado este proceso. Iniciaron con uno de los ítems más críticos que son los semi conductores (en la actualidad la poca oferta está provocando falta de autos, electrónicos, etc.). Se están abriendo plantas de fabricación de chips en varios lugares del continente para no seguir dependiendo en un 100% de las plantas de manufactura de Asia.
Hay que hacer Administración de Riesgos de la Cadena Logística y esto empieza con un análisis en detalle de los procesos de la empresa.