Por: Iván Darío Huertas
Boston Consulting Group
Las consecuencias de los conflictos como por ejemplo la guerra en Ucrania, no solo impacta a los directamente afectados, sino que también impone dificultades a millones de personas que luchan por la escasez de gas y el aumento de los precios. La actual escasez de combustible ha llevado a algunos líderes del sector público y privado a considerar volver a viejos activos como el carbón, lo que supone una notable regresión contra el medio ambiente.
La búsqueda del “cero neto” pretende evitar las regresiones que impactan negativamente la lucha contra el cambio climático y requerirá que los activos antiguos en casi todas las industrias se reutilicen, vendan o desechen a favor de soluciones de tecnología limpia y bajas en carbono. A nivel mundial, esta transición requerirá una inversión de hasta $ 150 billones de dólares.
El mercado de seguros se encuentra en una posición ideal para fomentar esta transformación. Las aseguradoras brindan la protección contra la interrupción del negocio, la seguridad contra accidentes y la propiedad, y los beneficios para los empleados que toda empresa necesita para operar, sin importar su tamaño y además pueden ayudar a las empresas a acelerar su camino hacia el “cero neto”.
Lograr el “cero neto” no solo es beneficioso para el planeta sino también para la prosperidad del sector asegurador debido a que se puede lograr un impacto positivo, mitigar el riesgo de activos varados y abrir nuevas vías para la creación de valor. El potencial es tan grande que el Boston Consulting Group – BCG, estima que solo en Reino Unido para 2050, los activos verdes representarán alrededor del 66 % del mercado de propiedad y accidentes
Es necesario tener claras las oportunidades que se deben priorizar
El primer desafío para el éxito del sector asegurador en la transformación de sus negocios y carteras con respecto a la transición climática ha sido establecer el enfoque correcto. Hasta la fecha, muchas aseguradoras se han concentrado en sus operaciones internas y han tomado medidas para mejorar la eficiencia energética y reducir las emisiones en sus oficinas, pero esto solo representa el 5 % de la huella de carbono de la aseguradora promedio. Por el contrario, su cartera de inversiones normalmente representa entre el 50 % y el 55 % de su producción de emisiones y para obtener un impacto real a corto plazo, las aseguradoras también deben abordar su cartera de suscripción y las actividades de gestión de reclamaciones, que constituyen el 35% al 40% restante. (Ver gráfico)
En segundo lugar, no existen referencias confiables y no hay consenso dentro de las agencias calificadoras sobre como ponderar los puntajes ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), lo que dificulta que las aseguradoras sepan qué medidas priorizar y qué objetivos establecer. Un tercer desafío es acumular los datos correctos, para lo cual las aseguradoras deben recopilar información sobre las emisiones producidas por sus empresas y los activos en poder de los asegurados. Pero en este momento, pocas instituciones pueden recopilar este tipo de información de manera repetible y consistente.
Construyendo una estrategia de seguro “cero neto”
La estrategia “cero neto” puede permitir una ventaja competitiva para el sector asegurador ya que los clientes están dejando en claro que quieren alternativas bajas en carbono. Por lo tanto, los pioneros que anticipen la transición de los mercados podrán establecer mejores precios, así como brindar a los clientes nuevos servicios relevantes y por su parte las aseguradoras con una postura neta cero más activa en el mercado también pueden atraer nuevos fondos.
A través del trabajo del BCG con los clientes, ha definido tres pasos clave para que las aseguradoras puedan desarrollar una estrategia “cero neto” exitosa:
- Establecer una línea de base: Para comprender la oportunidad de descarbonización total disponible para ellos, las aseguradoras deben analizar todo el negocio: su cartera de inversiones, cartera de suscripción y operaciones. Los líderes del mercado están creando herramientas que miden la exposición de la cartera, extrayendo datos de fuentes que abarcan todo, desde la economía y el medio ambiente hasta las tendencias tecnológicas, de mercado y de clientes.
- Definir objetivos: Comprender la trayectoria del crecimiento del negocio asegurador con productos y servicios que responden a la estrategia del “cero neto”, permite que los líderes del sector puedan establecer objetivos específicos de reducción de emisiones para impulsar resultados favorables que protejan el planeta y respalden su propio negocio.
- Tomar acción: Al ver de qué manera es probable que fluya el valor, y con qué rapidez, las aseguradoras pueden comenzar a cambiar sus carteras y tomar acciones. Por ejemplo, en la gestión de reclamos del sector automotriz, las iniciativas de reparación en lugar de reemplazo podrían ayudar a reducir las emisiones y los costos, ya que la reutilización de piezas de vehículos similares es menos costosa que obtener piezas originales y puede resultar en tiempos de espera más cortos para los clientes.
Las aseguradoras también pueden usar el poder de sus carteras para acelerar la transición climática entre sus clientes. Dentro de las operaciones, las aseguradoras tienen tres palancas principales que pueden implementar: 1) Pueden remodelar la demanda para evitar o reducir las compras que tienen una alta huella de carbono, 2) Pueden emplear tecnologías para reducir el consumo de energía o papel, y 3) pueden ajustar las estrategias de abastecimiento.
Comunicación y Gobernanza
Un plan formal de comunicación e informes debe ser parte de la estrategia de seguro “cero neto”. Las partes interesadas buscarán organizaciones que describan en términos específicos cómo implementarán una política de emisiones netas cero dentro de su propio negocio y en toda su cadena de valor. Las aseguradoras que sean sinceras sobre su viaje y se comprometan abiertamente a detallar sus objetivos y acciones serán tomadas más en serio y, por lo tanto, obtendrán una ventaja de marca.
En términos de informes, las aseguradoras deben seguir cumpliendo los requisitos de divulgación de las agencias calificadoras y los de otros organismos reguladores. Pero la responsabilidad de satisfacer estos requisitos y cumplir con la agenda de “cero neto” de una aseguradora se extiende más allá de la función de sustentabilidad al negocio mismo. Los líderes deben definir un modelo de gobierno impulsado por el negocio que incluya funciones y expectativas claras para sus equipos de gestión.
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