https://www.mundomaritimo.cl/ – De acuerdo con el informe anual de CEPAL sobre Perspectivas del Comercio Internacional de América Latina y el Caribe 2019, la desaceleración que ha sufrido el comercio mundial de bienes afectará negativamente el desempeño del comercio exterior de la región. Se estima que las exportaciones de bienes caerán en un -2,0%, mientras que las importaciones lo harán en un -3,0%.
Para superar estas dificultades CEPAL propone superar ciertas falencias, entre las que se encuentran una infraestructura pobre, poca inversión, costos extra, falta de una facilitación del comercio y escasez de resiliencia.
Infraestructura
Según el informe de CEPAL, la dotación de infraestructura en América Latina y el Caribe presenta grandes deficiencias tanto en cantidad como en calidad. Además, el volumen de tráfico ha crecido, pero falta espacio para la construcción o ampliación de puertos y aeropuertos.
A esto se suman las perturbaciones de origen natural, tecnológico o socioeconómico. La región presenta altos niveles de exposición y vulnerabilidad a amenazas naturales y a eventos climáticos extremos.
Asimismo, América Latina y el Caribe es la región en que una misma causa de interrupción ha sido más reportada. Un estudio de este año realizado por DHL Resilience360, determinó que los disturbios civiles han sido la causa más importante de los incidentes reportados (31%). Cabe señalar que en el último tiempo han incrementado las manifestaciones en los países de la región, debido a la existencia de malestares sociales de distintas índoles.
Poca inversión
CEPAL ha señalado en reiteradas ocasiones que América Latina y el Caribe no solo necesita invertir en más infraestructura, sino que es preciso invertir mejor. La inversión en infraestructura económica en la región se ubica en alrededor del 2% del PIB y genera una brecha de inversiones cuyo cierre requeriría aumentarla a más del 6% del PIB.
Las inversiones en infraestructura de transporte son imprescindibles, puesto que aumentan la capacidad y mejoran la eficiencia del transporte. En ese sentido, tanto la producción como el comercio internacional requieren de cadenas, redes logísticas y conexiones de transporte con diferentes opciones modales, más allá de las carreteras (también se debe incorporar el transporte marítimo, de ferrocarriles, fluvial y aéreo).
Costos internos y facilitación del comercio
Generalmente, las medidas para reducir costos del comercio exterior se dividen en los costos que ocurren en la frontera y los que ocurren dentro del territorio nacional. Sin embargo, para CEPAL eso no tiene sentido, puesto que cuando el suministro de insumos y partes en una cadena de valor está fragmentado espacialmente, los insumos y productos intermedios pueden cruzar varias veces las fronteras hasta su comercialización final en el mercado de destino, aumentando así los costos.
A esto se suman los requerimientos excesivos de documentación y procedimientos engorrosos para comerciar, los que afectan, por ejemplo, enormemente a las pymes. Por lo tanto, los avances en la facilitación del comercio fomentan a la internacionalización de dichas empresas y a aumentar la presencia de los países de la región en las cadenas internacionales de valor, la que actualmente es muy limitada.
Resiliencia
CEPAL plantea que una posible solución para todo lo anterior es que la infraestructura de cada modalidad de transporte se construya y mantenga promoviendo atributos de eficiencia, sostenibilidad y sobre todo resiliencia.
La ONU define a la resiliencia como “la capacidad que tiene un sistema, una comunidad o una sociedad expuestos a una amenaza para resistir, absorber, adaptarse, transformarse y recuperarse de sus efectos de manera oportuna y eficiente, en particular mediante la preservación y la restauración de sus estructuras y funciones básicas por conducto de la gestión de riesgos”.
No obstante, América Latina y el Caribe están por debajo de las economías avanzadas y de los países emergentes asiáticos en cantidad y calidad de infraestructura, dos factores asociados a la persistencia de barreras para alcanzar mayores niveles de resiliencia, lo que trae como consecuencia la multiplicación de peligros y el aumento de la gravedad de un evento.
Es por eso, y como una manera de hacer frente a las estimaciones, que se pretende avanzar progresivamente hasta alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) impulsados por la ONU. Para eso es indispensable la necesidad de reexaminar las políticas públicas en materia de infraestructura económica, los roles de regulación (fomentando una mayor coordinación entre el Estado, el sector privado y la sociedad civil) y la existencia de un sistema resiliente.
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[:pb]https://www.mundomaritimo.cl/ – De acordo com o relatório anual da CEPAL sobre as perspectivas do comércio internacional para a América Latina e o Caribe 2019, a desaceleração do comércio mundial de mercadorias afetará negativamente o desempenho do comércio exterior a região. Estima-se que as exportações de bens caiam -2,0%, enquanto as importações -3,0%.
Para superar essas dificuldades, a CEPAL propõe que certas deficiências sejam superadas, incluindo má infraestrutura, pouco investimento, custos extras, falta de facilitação do comércio e falta de resiliência.
Infraestrutura
Segundo o relatório da CEPAL, a infraestrutura na América Latina e no Caribe apresenta grandes deficiências em quantidade e qualidade. Além disso, o volume de tráfego aumentou, mas há falta de espaço para a construção ou expansão de portos e aeroportos.
A isso se acrescentam os distúrbios de origem natural, tecnológica ou socioeconômica. A região possui altos níveis de exposição e vulnerabilidade a riscos naturais e eventos climáticos extremos.
Da mesma forma, a América Latina e o Caribe são a região em que a mesma causa de interrupção foi mais relatada. O estudo deste ano, realizado pela DHL Resilience360, determinou que a agitação civil foi a causa mais importante de incidentes relatados (31%). Cabe destacar que, nos últimos tempos, as manifestações nos países da região aumentaram, devido à existência de males sociais de diferentes tipos.
Investimento
A CEPAL afirmou repetidamente que a América Latina e o Caribe não precisam apenas investir em mais infraestrutura, mas que é necessário investir melhor. O investimento em infraestrutura econômica na região é de cerca de 2% do PIB e gera uma lacuna de investimento cujo fechamento exigiria um aumento para mais de 6% do PIB.
Os investimentos em infraestrutura de transporte são essenciais, pois aumentam a capacidade e melhoram a eficiência do transporte. Nesse sentido, tanto a produção quanto o comércio internacional exigem cadeias, redes logísticas e conexões de transporte com diferentes opções modais, além das estradas (transporte marítimo, ferroviário, fluvial e aéreo também devem ser incorporados).
Custos internos e facilitação do comércio
Geralmente, as medidas para reduzir os custos do comércio exterior são divididas em custos que ocorrem na fronteira e os que ocorrem no território nacional. Porém, para a CEPAL isso não faz sentido, uma vez que, quando o fornecimento de insumos e peças em uma cadeia de valor é fragmentado, espacialmente os insumos e produtos intermediários podem atravessar as fronteiras várias vezes até sua comercialização final no mercado de destino, aumentando assim os custos.
A isso se soma os excessivos requisitos de documentação e procedimentos pesados para o comércio, que afetam, por exemplo, muito as PME. Portanto, os avanços na facilitação do comércio incentivam a internacionalização dessas empresas e aumentam a presença de países da região nas cadeias internacionais de valor, que atualmente são muito limitadas.
Resiliência
A CEPAL propõe que uma solução possível para todos os itens acima é que a infraestrutura de cada modo de transporte seja construída e mantida, promovendo atributos de eficiência, sustentabilidade e, acima de tudo, resiliência.
A ONU define resiliência como “a capacidade de um sistema, uma comunidade ou uma sociedade exposta a uma ameaça de resistir, absorver, adaptar, transformar e recuperar seus efeitos de maneira oportuna e eficiente, principalmente através da preservação e restauração de suas estruturas e funções básicas por meio do gerenciamento de riscos”.
No entanto, a América Latina e o Caribe estão abaixo das economias avançadas e dos países emergentes asiáticos em termos de quantidade e qualidade da infraestrutura, dois fatores associados à persistência de barreiras para alcançar níveis mais altos de resiliência, o que resulta na multiplicação de perigos e no aumento da gravidade de um evento.
Por isso, e como forma de lidar com as estimativas, pretende-se progredir progressivamente até atingir os Objetivos de Desenvolvimento Sustentável (ODS) promovidos pela ONU. Para isso, é essencial reexaminar políticas públicas de infraestrutura econômica, os papéis regulatórios (promovendo maior coordenação entre o Estado, o setor privado e a sociedade civil) e a existência de um sistema resiliente.
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