https://negocios.elpais.com.uy/ EFE – La ola de protestas e inestabilidad política en Latinoamérica está afectando a la ya debilitada economía de la región que hoy se debate entre desaceleración, devaluación y dependencia de un mercado de materias primas que no remonta.
La economía refleja los tiempos convulsos que vive la zona y, como muestra, solo hay que ver las estimaciones de crecimiento para este año –un flojo 0,1%- y del 1,4% en 2020, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Las protestas han incrementando la incertidumbre económica y ya se presentan como otro factor de riesgo en los balances para este año. A continuación cinco claves de la coyuntura económica de Latinoamérica:
1. El fin de la bonanza y desigualdad
Latinoamérica sigue «siendo la región con los peores resultados globales en términos de desigualdad«, advirtió en Colombia el especialista de la Universidad Ean Enrique Gilles.
Según explica a Efe el doctor en Economía, el superciclo de los «commodities» y algunas políticas públicas «permitió la consolidación de una clase media que con mayor fuerza reclama más bienestar a sus Gobiernos».
«La forma en la cual se resuelva esta situación -en particular sobre qué sectores de la sociedad recaerá el peso de financiar un mayor gasto público-, sin dudas creará tensiones sociales», apuntó sobre la creciente ola de protestas.
El especialista de la Universidad de Los Andes Francisco Azuero Zuñiga coincidió al afirmar que los países latinoamericanos «siguen teniendo un índice de Gini (medida que sirve para calcular la desigualdad de ingresos entre ciudadanos) relativamente alto», en tanto que «los sistemas tributarios no son progresivos».
«Además, nuestra forma de evitar los monopolios no ha sido eficaz y eso ha llevado a que los productos que tenga que pagar nuestra gente sean más caros, eso empeora el ingreso real de las personas», complementó el docente asociado de la Facultad de Administración.
2. Efectos de las protestas
Chile empieza a sentir los efectos de las movilizaciones en su economía y de hecho reportó una caída del 21% interanual en sus exportaciones al alcanzar los US$ 5.257 millones el mes pasado.
El Ministerio de Hacienda chileno pronosticó que la economía del país crecerá este año en torno al 2%, seis puntos menos de lo estipulado antes del estallido social.
Por su parte, las protestas sociales que se registraron en Bolivia tras las elecciones presidenciales han generado pérdidas de al menos US$ 167 millones.
En tanto, el sector productivo de Ecuador dejó de percibir al menos US$ 1.638 millones en ventas en los once días que duró la paralización de las actividades económicas por la ola de protestas a comienzos de octubre.
Tras haber alcanzado crecimientos de hasta el 6,5% en la presente década, el producto interno bruto (PIB) de Nicaragua se contrajo un 3,8% en 2018 y para este año hay estimativos de que habrá otra contracción de entre el 5,4 y 6,8% debido principalmente a la crisis sociopolítica del país centroamericano.
3. El golpe de la devaluación
La devaluación se ha agudizado en coincidencia con las protestas, las transiciones políticas y el deterioro de los indicadores económicos, «aumentando» la deuda en moneda nacional de los países y por consiguiente «el esfuerzo financiero que tienen que hacer» para pagar su deuda externa, señaló Azuero Zuñiga, doctor en Ciencias Económicas de la Universidad de París.
El analista en jefe de Latinoamérica en OANDA, Alfonso Esparza, explicó a Efe que «el peso argentino ha sido la moneda más devaluada frente al dólar en los últimos 12 meses» en la región y su depreciación frente al dólar totaliza 65,90%.
«El regreso de un modelo populista aumentó las probabilidades de un default de deuda, y los inversionistas vendieron la moneda local. El tipo de cambio se ha recuperado ligeramente desde los máximos alcanzados, pero esto ha sido el resultado de los esfuerzos del banco central y del Gobierno que tratan de cualquier forma evitar una fuga de capitales», señaló el vocero de la firma operadora de divisas y «commodities».
Otra de las monedas regionales más devaluadas en el último año es el peso chileno (15,26%), que «sigue presionado por los disturbios domésticos que no parecen encontrar calma».
La economía de Uruguay, a su vez, se ha «contagiado» de la situación en Argentina, añadió Esparza al detallar que el peso uruguayo ha sufrido una depreciación frente al dólar del 15,25 % en el mismo período.
La epidemia se ha extendido a Brasil (9,77% se ha devaluado el real en 12 meses) y Colombia (7,94%, en el caso del peso colombiano). Venezuela está fuera de concurso pues su moneda se ha depreciado un 99,72% en un año al ubicarse en 23.402,91 bolívares por dólar al 31 de octubre.
4. Riesgo país
La percepción de riesgo de los inversores ha sido otro de los factores que han nublado el panorama ante mayores costes de financiación en los mercados.
En Ecuador la prima de riesgo evolucionó al alza el mes pasado hasta alcanzar su techo de 2019 (823 puntos el 16 de octubre).
Siguiendo el mismo rumbo el riesgo país de Argentina subía este miércoles hasta los 2.527 puntos básicos, mientras que hace un año se situaba en las 617 unidades.
En cambio, la prima de riesgo de Brasil alcanzó a finales de octubre los 117 puntos -el menor nivel desde mayo de 2013- en un escenario doméstico de constantes caídas de la tasa básica de interés y la aprobación de la reforma del sistema de pensiones.
Gilles manifiesta que si bien las protestas sociales «pueden implicar una desaceleración de los flujos de capital debido al mayor riesgo percibido por los inversionistas globales», en «la medida que Latinoamérica continúe ofreciendo buenas condiciones de rentabilidad ajustada por riesgo, los capitales seguirán ingresando a la región».
5. Un panorama de incertidumbre
De acuerdo a Enrique Gilles un elemento externo que explica el «curso actual y futuro de las economías latinoamericanas es la incertidumbre global sin precedentes».
La guerra comercial entre EE.UU. y China ha provocado que los inversores adopten una posición conservadora y se refugien en los activos más seguros que proporcionan los países más estables.
«Estamos viviendo en un mundo en el cual las reglas de juego de la segunda posguerra se están debilitando, tal vez cerrando el periodo de la pax americana, y todo esto debido en buena parte a las políticas del propio Gobierno de Estados Unidos. Si no hay una institucionalidad clara sobre las relaciones económicas internacionales, el riesgo global aumenta y esto va a perjudicar a nuestros países», apuntó.
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[:pb]https://negocios.elpais.com.uy/ EFE – A onda de protestos e instabilidade política na América Latina está afetando a já enfraquecida economia da região que hoje é debatida por conta da desaceleração, desvalorização e da dependência de um mercado de matérias-primas que não melhora.
Os tempos turbulentos da região reflete na economia e, como mostrado, impacta as estimativas de crescimento para este ano –0,1% fraco – e 1,4% em 2020, de acordo com o Comissão Econômica para a América Latina e o Caribe (CEPAL).
Os protestos aumentaram a incerteza econômica e já são apontados como outro fator de risco nos balanços deste ano. Aqui estão cinco chaves para entender a situação econômica na América Latina:
- O fim da bonança e a desigualdade
O especialista da Universidade Ean Enrique Gilles na Colômbia alertou que a América Latina continua “sendo a região com os piores resultados globais em termos de desigualdade”.
Segundo explicação do doutor em Economia para a Efe, o super ciclo das “commodities” e algumas políticas públicas «permitiram a consolidação de uma classe média que, com maior força, exige mais bem-estar de seus governos».
«A maneira como esta situação será resolvida – particularmente, quais setores da sociedade arcará com o ônus de financiar maiores gastos públicos – sem dúvida criará tensões sociais», afirmou analisando a crescente onda de protestos.
O especialista da Universidade de Los Andes Francisco Azuero Zuñiga está de acordo que os países latino-americanos “ainda têm um índice Gini (medida usada para calcular a desigualdade de renda entre os cidadãos) relativamente alta”, enquanto que “os sistemas tributários não são progressivos”.
«Além disso, nossa maneira de evitar monopólios não tem sido eficaz e isso levou a que os produtos pelos quais as pessoas pagam sejam mais caros, o que piora a renda real das pessoas», acrescentou o professor associado da Faculdade de Administração.
- Efeitos dos protestos
O Chile começa a sentir os efeitos das mobilizações na sua economia e, de fato, registrou uma queda anual de 21% em suas exportações, atingindo US $ 5.257 bilhões no mês passado.
O Ministério da Fazenda do Chile previu que a economia do país crescerá este ano em torno de 2%, seis pontos a menos do que o estipulado antes do surto social.
Por outro lado, os protestos sociais registrados na Bolívia depois das eleições presidenciais geraram perdas de pelo menos US $ 167 milhões.
Enquanto isso, o setor produtivo no Equador deixou de receber pelo menos US $ 1.638 bilhões em vendas nos onze dias em que a atividade econômica foi interrompida devido à onda de protestos no início de outubro.
Depois de ter atingido um crescimento de até 6,5% na década atual, o produto interno bruto (PIB) da Nicarágua contraiu 3,8% em 2018 e para este ano existe a estimativas de que haverá outra contração entre 5, 4 e 6,8% devido principalmente à crise sociopolítica do país da América Central.
- O golpe da desvalorização
A desvalorização aumentou com os protestos, com as transições políticas e a deterioração dos indicadores econômicos, «aumentando» a dívida em moeda nacional dos países e, portanto, «o esforço financeiro que eles têm que fazer» para pagar sua dívida externa, disse Azuero Zuñiga, Doutor em Ciências Econômicas pela Universidade de Paris.
O analista chefe da América Latina na OANDA, Alfonso Esparza explicou para a Efe que na região “o peso argentino tem sido a moeda mais desvalorizada em relação ao dólar nos últimos 12 meses” e que sua depreciação em relação ao dólar totaliza 65,90%.
“O retorno de um modelo populista aumentou as chances de um default de dívida e os investidores venderam a moeda local. A taxa de câmbio se recuperou um pouco do máximo atingido, mas esse foi o resultado dos esforços do banco central e do governo que tentam de alguma forma evitar uma fuga de capitais”, disse o porta-voz da empresa de câmbio e «Commodities».
Outra das moedas regionais mais desvalorizadas do ano passado é a Peso chileno (15,26%), que «ainda é pressionado por distúrbios domésticos que parecem não terem calma».
A economia do Uruguai, por sua vez, foi «contagiada» pela situação na Argentina, acrescentou Esparza, detalhando que o peso uruguaio sofreu uma depreciação em relação ao dólar de 15,25% no mesmo período.
A epidemia se espalhou para o Brasil (o real foi desvalorizado 9,77% em 12 meses) e para a Colômbia (7,94%, no caso do peso colombiano). A Venezuela está fora porque sua moeda se desvalorizou 99,72% em um ano, atingindo 23.402,91 bolívares por dólar em 31 de outubro.
- Risco-país
A percepção de risco dos investidores é outro dos fatores que obscureceram o cenário com maiores custos de financiamento nos mercados.
No Equador, o prêmio de risco evoluiu para cima no mês passado até atingir o teto de 2019 (823 pontos em 16 de outubro).
Seguindo o mesmo caminho, o risco país Argentina, subiu para 2.527 pontos-base, na quarta-feira, enquanto há um ano estava em 617 unidades.
Por outro lado, o prêmio de risco no Brasil no final de outubro, atingiu 117 pontos – o nível mais baixo desde maio de 2013 – em um cenário doméstico de constantes quedas na taxa básica de juros e na aprovação da reforma do sistema previdenciário.
Gilles afirma que, embora os protestos sociais «possam implicar uma desaceleração dos fluxos de capital devido ao maior risco percebido pelos investidores globais», na «medida que América Latina continuar oferecendo boas condições de retorno ajustadas ao risco, os capitais vais continuar entrando na região».
- Um panorama de incertezas
Segundo Enrique Gilles, um elemento externo que explica o «percurso atual e futuro das economias latino-americanas é a incerteza global sem precedentes».
A Guerra comercial entre os EUA e a China fez com que os investidores adotassem uma posição conservadora e se refugiassem nos ativos mais seguros fornecidos pelos países mais estáveis.
“Estamos vivendo em um mundo em que as regras do jogo depois da pós-guerra estão enfraquecendo, talvez até fechando o período da pax americana, e tudo isso em grande parte devido às políticas do próprio governo dos Estados Unidos. Se não houver uma institucionalidade clara nas relações econômicas internacionais, o risco global vai aumentar e isso prejudicará nossos países”, afirmou.
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