Por: Leonardo Umaña, Secretario General de ALSUM
El seguro marítimo o aquel que protege al transporte de carga, es un facilitador del comercio internacional y una herramienta de resiliencia muy costo-efectiva pero aun así, no ha logrado aumentar su participación en la economía latinoamericana. Pero siempre habrá oportunidades de crecimiento si brokers y aseguradoras logran descifrar cómo posicionar la oferta de valor del seguro de transporte, como factor determinante en la implementación de las estrategias de continuidad de negocio, competitividad y sostenibilidad de sus asegurados.
En la última década en Latinoamérica, los flujos de comercio han aumentado alrededor de un 17% y los movimientos de contenedores en un 33% medido en TEUs. A pesar de esta expansión del movimiento de mercancías y con la notoria excepción de Chile y México, la penetración agregada del seguro de carga en la región ha caído (primas como porcentaje del PIB).
La tasa de siniestralidad de la región a cierre de 2019 seguía siendo muy similar a la de 2010 (cercana al 50%) por lo que el menor peso relativo de las primas no se debería a un mejoramiento sustancial de la tasa de riesgo. Lo que si podría explicar este retroceso en la profundización del seguro de carga es su comoditización. Este fenómeno, que ha sido descrito y analizado ampliamente en diversos foros de ALSUM, consiste en concentrar la decisión de compra del seguro en el atributo precio (como si fuera un commodity), subestimando los esfuerzos de los corredores y aseguradores por diferenciar sus servicios y agregar valor.
Con respecto a la cantidad o al número de empresas que deberían asegurarse con pólizas de carga, para garantizar la resiliencia y la continuidad de sus cadenas de abastecimiento de forma eficiente, es necesario reconocer que una porción considerable de la actividad económica y de las redes logísticas, aún funcionan con altos grados de informalidad a pesar de los importantes avances en capital humano, infraestructura y puertos. Muchas de las pequeñas o medianas empresas que aportan gran parte de la riqueza y del crecimiento económico de los países latinoamericanos, no tienen la capacidad de identificar sus riesgos logísticos y menos aún de gestionarlos de forma adecuada. En este contexto, resultaría muy útil que los gobiernos, las asociaciones de comercio y las uniones de aseguradoras invirtieran en estrategias de capacitación que incrementen la conciencia del riesgo logístico y fortalezcan la cultura aseguradora en nuestra región.
También es cierto que, para que más empresas se decidan a asegurar adecuadamente su carga, es necesario que las aseguradoras -con la ayuda de sus proveedores- identifiquen mejor las necesidades actuales de sus clientes y reaccionen con audacia y eficacia ante los niveles de asegurabilidad que necesitan los asegurados, sin renunciar a la solvencia ni a la sostenibilidad.
Para avanzar hacia la descomoditización del seguro de carga, es necesario aumentar la conciencia del riesgo logístico y fortalecer la cultura del seguro en este sector. Para contribuir con dicho propósito, ALSUM ofrecerá a los generadores de carga un curso virtual de identificación de riesgos y su adecuado aseguramiento, que estará disponible desde principios del año 2023.