[:es]Mundo Marítimo – «En el Canal de Panamá, hemos llevado estos rasgos a través de las décadas, basándonos en el principio de la seguridad como prioridad en todo lo que hacemos, construyendo lo que la UNCTAD ha descrito como una ‘cultura de la seguridad primero'», expone la entidad que agrega que, aunque no se puede controlar lo que sucede en el mundo, «sí se puede controlar la forma en que manejamos la respuesta, y hacemos todo lo posible para hacerlo de la mejor manera posible».

Bajo esta premisa, el Canal de Panamá expuso las principales formas en que garantizan tránsitos seguros y fiables cada día:

Control de pilotos: De acuerdo con la ACP, el Canal de Panamá es único en el sentido de que «tomamos el control de cada buque durante su tránsito». Según la entidad, esto se debe a que el tránsito por la vía acuática implica una serie de complejas maniobras de navegación, incluyendo el paso por las esclusas. «Para garantizar la seguridad de cada tránsito, requerimos que nuestros pilotos suban a bordo y dirijan todos los buques de principio a fin. Sus años de experiencia y su profundo conocimiento de las corrientes y las esclusas garantizan que cada buque atraviese la vía navegable con seguridad», destaca.

Escoltas de remolcadores: Desde la ACP añaden que para complementar la experimentada orientación del piloto, exigen que los remolcadores acompañen a los buques en sus tránsitos ante cualquier eventualidad, lo que incluye su paso por el Corte Culebra, la sección más estrecha de la vía acuática. «Este protocolo es fundamental, especialmente para los buques Neopanamax, los más grandes de los cuales pueden transportar alrededor de 15.000 TEU», detalla.

Gestión del agua: Mantener un nivel de agua constante es otro componente crítico para salvaguardar el servicio de Canal, ya que sus operaciones dependen del agua dulce de los lagos Gatún y Alhajuela. «En respuesta a la reciente variabilidad climática, el equipo del Canal de Panamá ha adoptado medidas de conservación para mantener un nivel de calado que nos permita maniobrar con seguridad los buques a través del Canal», exponen desde la ACP. Como solución a más largo plazo, Las ACP señala que está avanzando en la precalificación para el diseño, construcción e implementación de un robusto sistema de gestión del agua que garantice suficiente agua, no sólo en volumen, sino también en calidad y control para los próximos 50 años.

Mantenimiento y modernización: Desde la ACP indican que cada año, «el Canal de Panamá gasta más de US$250 millones en su programa de mantenimiento e invierte aproximadamente US$200 millones en proyectos que van desde la sustitución de equipos flotantes hasta la modernización de infraestructuras críticas y otros».

El dragado, exponen, es un ejemplo de un esfuerzo de mantenimiento especialmente importante y continuo, ya que hay una erosión de las orillas y una sedimentación constante procedente de las fuentes naturales de agua que alimentan sus lagos. «Para garantizar que los buques tengan siempre un calado y una anchura de canal adecuados, nuestro equipo interno draga la vía navegable casi a diario, manteniendo zonas operativas estrechas como el Corte Culebra y limpiando el fondo de todos los canales de navegación», destacan en la ACP,

Según la ACP, estas prácticas básicas, combinadas con otros innumerables procedimientos de seguridad, son la razón de la larga trayectoria de operaciones seguras y fiables del Canal de Panamá, permitiéndole adaptarse y responder a circunstancias imprevistas, mientras mantienen el comercio mundial en movimiento. «A medida que la economía mundial se recupera, seguiremos manteniendo este principio de seguridad, a la vez que encontraremos formas de crear, captar y rendir valor para nuestros clientes», concluye la entidad.

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