https://www.dw.com/ – Ni una sola vez, en sus casi cuatro años de mandato, Donald Trump ha realizado una gira por América Latina. Solo viajó a Buenos Aires con motivo de la cumbre del G-20 en 2018. En contraste, Barack Obama hizo 15 viajes a distintos países latinoamericanos, incluido Cuba, y George W. Bush visitó la región 18 veces.
«Esto es una muestra del poco interés de la presidencia de Donald Trump por la región”, dice a DW Roberto Russell, académico de la Universidad Torcuato Di Tella en Argentina. En opinión del experto en relaciones internacionales, la agenda de Trump hacia América Latina ha estado centrada en la seguridad, «con temas como migraciones y narcotráfico, los que han alcanzado dimensiones de política interna para Estados Unidos”.
«América Latina definitivamente no juega un papel relevante para los Estados Unidos”, coincide el politólogo Andrés Malamud, consultado por DW. El investigador del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad de Lisboa considera que la región fue importante durante un tiempo por cuestiones que impactaban la política interna de Estados Unidos.
«Pero hoy las migraciones son menos peligrosas porque México actúa como tapón y la droga es menos relevante porque Estados Unidos la produce solo y tiene sus propios problemas. Si bien Latinoamérica sigue siendo relevante por el padrón latino en Florida, eso también es política doméstica, no política internacional”, sostiene Malamud.
América Latina tampoco es tema de debate electoral, como observa Russel: «No hay que extrañarse, es lo que suele pasar, salvo que haya una crisis que afecte intereses de Estados Unidos, como una revolución cubana o un Salvador Allende”.
Expectativas con Trump y Biden
¿Qué puede esperar América Latina tras las próximas elecciones presidenciales estadounidenses? «Si gana Trump va a seguir todo igual, con una política coercitiva, como en el caso de México con los aranceles, y dura hacia Cuba, y una menor relevancia relativa de toda América del Sur, lo que es una constante de la política de Estados Unidos, salvo en situaciones específicas que afecten sus intereses”, adelanta Russell.
«Con Joe Biden podemos pensar en un cambio en el enfoque. Él ha hablado de ayudar económicamente a los países latinoamericanos e idear planes conjuntos de desarrollo para evitar las migraciones masivas. Estuvo muy involucrado en esta temática cuando fue vicepresidente. También tratará de tener una relación más flexible con Cuba, siguiendo los lineamientos que estableció Barack Obama”, agrega Russell, quien es presidente de la Fundación Vidanta.
El experto también estima que, de ganar el candidato demócrata, habría un mayor compromiso con la defensa de la democracia: «Hay una ola de autocratización en todo el mundo y Estados Unidos vive este proceso de manera muy profunda. Va a haber un interés en lo interno, pero también en proyectar la imagen de país que vuelve a plantearse en nombre de los derechos humanos y de la democracia”.
Por su parte, Malamud distingue dos impactos principales en América Latina, según quién triunfe: uno genérico sobre el comercio y otro especifico, sobre la principal potencia regional. «Los republicanos suelen ser más abiertos al libre comercio que los demócratas, aunque Trump no es un buen ejemplo, porque es un republicano proteccionista. Pero si América Latina necesita que le abran los mercados de Estados Unidos, los republicanos son más convenientes. El impacto más específico es sobre la estabilidad política de Brasil. Para el presidente Jair Bolsonaro, Trump es un referente importante y su derrota podría llevar a que la inestabilidad en Brasil resurgiera”, señala.
El factor China
«Hay un determinante más estructural que va a incidir mucho en la relación de Estados Unidos con América Latina, ya sea con Biden o Trump, que es el tema China. No hay mucha diferencia en el enfoque, gane uno u otro”, observa Russell.
Latinoamérica está cobrando interés para Estados Unidos debido a la competencia estratégica global con China, que tiene un componente geopolítico muy importante en esta región que ha sido hegemonía de Estados Unidos durante muchas décadas.
«Es la primera vez que tiene la competencia de un gigante como China y no se va a quedar de brazos cruzados. Éste es el factor central de lo que será la relación de Estados Unidos con América Latina en el futuro, que estará muy marcada por esta dinámica triangular”, sentencia Russell.
«Justamente América Latina recobra algún papel mínimo en la agenda de Estados Unidos porque China avanza. Pero China no avanza contra Estados Unidos, solo lo hace cuando éste se retrae. Cuando vuelve a avanzar un poquito con el BID y otras movidas, China espera su turno. No tiene prisa para entrar a América Latina”, analiza Malamud.
Sin cambios drásticos
A la luz de la reciente elección del presidente del BID, en la que el 80% de los países latinoamericanos apoyó al candidato de Trump y no hubo votos en contra, Malamud opina que «la mayor parte de los presidentes de América Latina quiere que siga Trump o por lo menos es lo que muestran en público. Y de ellos, López Obrador de México y Bolsonaro de Brasil, muy fuertemente”.
Un panorama muy distinto a lo que ocurría hace algunos años en esta región que hoy enfrenta grandes desafíos ante las crisis políticas y sociales, una creciente fragmentación y falta de multilateralismo. «El giro a la izquierda, la autonomía, la patria grande es hoy un eco lejano”, subraya el politólogo de la Universidad de Lisboa.
Si bien el previsible mayor compromiso del candidato demócrata con la defensa de los derechos humanos y la cooperación podría augurar una administración más cercana a América Latina, los expertos son cautos. «Algo puede cambiar, pero nadie piensa en un cambio drástico. Además, Estados Unidos tiene tantos problemas domésticos que buena parte de los esfuerzos estarán puestos en lo interno, salvo donde hay problemas específicos, como en México y el triángulo norte de América Central, lo que ya es tema de agenda local estadounidense”, estima Russell.
Malamud coincide: «Es difícil vislumbrar algún tipo de cambio, gane quien gane. Si sale Biden vamos a tener el típico proteccionismo demócrata con las excusas del medio ambiente y los derechos laborales, y si gana Trump tenemos el proteccionismo geopolítico con «America first”. Latinoamérica no debería esperar demasiados cambios, pero esto tiene que ver más con la irrelevancia de la región para Estados Unidos que con la similitud entre los candidatos”.
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[:en]https://www.dw.com/ – Not once, in his nearly four years in office, has Donald Trump toured Latin America. He only travelled to Buenos Aires when the G-20 summit in 2018. In contrast, Barack Obama made 15 trips to various Latin American countries, including Cuba, and George W. Bush visited the region 18 times.
This is a sign of Donald Trump’s lack of interest in the region,’ Roberto Russell, an academic at Torcuato Di Tella University in Argentina, tells DW. In the opinion of the international relations expert, Trump’s agenda towards Latin America has been focused on security, with issues such as migration and drug trafficking, which have reached dimensions of internal politics for the United States’.
‘Latin America definitely does not play a relevant role for the United States,’ agrees political scientist Andrés Malamud, consulted by DW. The researcher from the Institute of Social Sciences at the University of Lisbon considers that the region was important for a time due to issues that impacted the internal politics of the United States.
But today migrations are less dangerous because Mexico acts as a stopper and the drug is less relevant because the United States produces it alone and has its own problems. While Latin America is still relevant to the Latino pattern in Florida, that is also domestic politics, not international politics, ‘says Malamud.
Latin America is also not a subject of electoral debate, as Russel observes: ‘It is not surprising, it is what usually happens, unless there is a crisis that affects interests of the United States, such as a Cuban revolution or a Salvador Allende’.
Expectations with Trump and Biden
What can Latin America expect after the next US presidential elections? ‘If Trump wins, he will continue everything the same, with a coercive policy, as in the case of Mexico with tariffs, and hard towards Cuba, and a lesser relative relevance of all South America, which is a constant of the policy of the United States, except in specific situations that affect their interests, ‘says Russell.
With Joe Biden we can think of a change in approach. He has spoken of helping Latin American countries economically and devising joint development plans to prevent mass migration. He was very involved in this issue when he was vice president. He will also try to have a more flexible relationship with Cuba, following the guidelines established by Barack Obama, ‘adds Russell, who is president of the Vidanta Foundation.
The expert also believes that, if the Democratic candidate wins, there would be a greater commitment to the defense of democracy: There is a wave of bureaucratization all over the world and the United States lives this process very deeply. There will be an interest internally, but also in projecting the image of a country that is once again being raised in the name of human rights and democracy’.
For his part, Malamud distinguishes two main impacts in Latin America, according to who triumphs: one generic on trade and one specific, on the main regional power. Republicans tend to be more open to free trade than Democrats, although Trump is not a good example, because he is a protectionist Republican. But if Latin America needs US markets to open, Republicans are more convenient. The most specific impact is on Brazil’s political stability. For President Jair Bolsonaro, Trump is an important benchmark and his defeat could lead to instability in Brazil resurgent, ‘he says.
The Chinese factor
There is a more structural determinant that will have a great impact on the relationship between the United States and Latin America, be it with Biden or Trump, which is the China issue. There’s not much difference in focus, win one or the other, ‘Russell observes.
Latin America is gaining interest for the United States because of the global strategic competition with China, which has a very important geopolitical component in this region that has been the hegemony of the United States for many decades.
‘This is the first time it has the competition of a giant like China and it will not stand idly by. This is the central factor of what will be the relationship of United States with Latin America in the future, which will be very marked by this triangular dynamic, ‘says Russell.
It is precisely Latin America that regains some minimal role in the US agenda because China is moving forward. But China does not advance against the United States, only when it withdraws. When it advances a little bit with the IDB and other moves, China waits for its turn. It is not in a hurry to enter Latin America, ‘Malamud analyzes.
Unchanged
In light of the recent election of the IDB president, in which 80% of Latin American countries supported Trump’s candidate and there were no votes against, Malamud says Most Latin American presidents want Trump to follow, or at least that’s what they show in public. And of them, López Obrador from Mexico and Bolsonaro from Brazil, very strongly’.
A very different picture from what happened a few years ago in this region that today faces great challenges in the face of political and social crises, a growing fragmentation and lack of multilateralism. ‘The shift to the left, autonomy, the big homeland is a distant echo today,’ the political scientist at the University of Lisbon stresses.
While the Democratic candidate’s foreseeable increased commitment to the defense of human rights and cooperation could augur well for an administration closer to Latin America, experts are cautious. Something can change, but no one thinks about drastic change. In addition, United States has so many domestic problems that much of the effort will be put into the domestic, except where there are specific problems, as in Mexico and the northern triangle of Central America, which is already on the US local agenda, ‘says Russell.
Malamud agrees: It is difficult to see any kind of change, whoever wins. If Biden comes out, we’ll have the typical Democratic protectionism with the excuses of the environment and labor rights, and if Trump wins, we have geopolitical protectionism with ‘America first’. Latin America should not expect too many changes, but this has more to do with the irrelevance of the region to the United States than with the similarity between the candidates.
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