Al finalizar el encuentro se llegó a conclusiones como:
1. Para identificar las posibles responsabilidades del armador o el fletador con respecto a la salud de la tripulación hay que analizar el potencial vínculo entre la actividad propia del buque y las medidas tomadas para evitar contagios.
2. La cuarentena o cualquier detención o demora que de ella se deriven, solo podrá activar el seguro cuando se presenta de forma imprevista. En situaciones actuales de certeza no activa el seguro e incluso se presenta como exclusión en nuevas pólizas
3. Los distintos contratos de fletamento y sus cláusulas específicas afectarán la posibilidad de activar o no las coberturas para off-hire, demurrage (demora), laytime y cancelación del contrato en situaciones de clausura de puertos o cuarentena en alta mar.
4. Dependiendo del contrato de fletamento, las desviaciones en la ruta y la descarga de mercancías en puertos alternos cercanos al puerto original no seguro estarán cubiertas por la póliza de P&I, sobre todo si se realizan para garantizar la vida de los tripulantes.
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