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https://www.mundomaritimo.cl/ – A medida que los consumidores han ido cambiando sus hábitos de compra, están reformulando la cadena logística, lo que, a su vez, afecta a la industria de transporte de contenedores, la cual está atravesando una etapa de consolidación operacional. En cuatro capítulos, el directorio de TT Club, junto con expertos y analistas de McKinsey, define la industria actual y futura de transporte de contenedores, con una mirada hacia el pasado, presente y las tendencias que están surgiendo.

MundoMaritimo accedió al reporte completo, el cual identifica seis potenciales fuentes de creación de valor para las próximas dos décadas y media: mayores economías de escala; flexibilidad; confiabilidad y predictibilidad de cadena logística; consolidación e integración; automatización y productividad; y desempeño ambiental.

Cuatro posibles futuros

El reporte propone cuatro posibles futuros considerando este contexto. El primero es la disrupción digital, el que es descrito como “un mundo donde la industria actual es bruscamente interrumpida por nuevos jugadores que impulsan digital, data y analítica para optimizar la cadena de valor de punto a punto”, mientras que el segundo posible escenario futuro propuesto en el reporte considera la reinvención digital, la cual “concibe que la industria actual se digitaliza activamente y provee nuevos servicios con valor agregado a sus clientes”. Estos escenarios propuestos siguen más o menos la línea de desarrollo actual, donde vemos cada vez una mayor adopción de apoyo digital.

Pero es en la tercera y cuarta propuesta de escenarios futuros donde el reporte se juega sus teorías más audaces. La tercera ola de globalización, “asume que otras economías, como India y África, se dan cuenta de su potencial de exportación, mientras que los avances digitales reducen la fricción en la cadena logística global y se desata un crecimiento continuo”. Esta propuesta se construye a partir de lo que fue el crecimiento de India durante la década de 1990-2000 y la fragmentación sufrida por la cadena logística que vio la concentración de servicios emigrar desde China hacia otros puntos dentro del continente asiático. A esto se suma la creciente tendencia de China de cambiar exportación de productos por servicios, impulsando así la cadena logística desde otras latitudes, como las naciones africanas de Etiopía, Tanzania y Kenia que podrían consolidar la exportación de materias primas contenerizadas. El efecto de China también podría propiciar que países como Myanmar e India se convirtieran en importantes focos de mano de obra barata. En este escenario lo digital juega un papel, pero no de modo fundamental como en las otras dos propuestas. La competencia sigue siendo capacidad-infraestructura-ubicación-tiempo junto con un servicio al cliente integral. La tendencia de naves de 30.000 TEUs dominaría el mercado, causando mayores estragos en la inversión en infraestructura portuaria.

Por su parte, el ‘peak de contenedores’ y consolidación es el cuarto escenario, el cual “imagina un futuro donde las guerras comerciales, tensiones geopolíticas y nearshoring resultan en un punto cúlmine y consecuente declive del comercio internacional, forzando a los actores a buscar mayor consolidación”. El estudio presenta un caso imaginario donde la economía durante la década de 2020 tiene un marcado descenso, impulsando el consumo de bienes producidos localmente y técnicas de reshoring, lo cual tuvo un impacto considerable en el transporte de carga contenerizada. Tecnologías como la impresión 3D y la robótica fueron reemplazando la necesidad de importar productos, facilitando la manufactura local, a la vez que son los responsables de una intensa ola de “desempleo digital”. La industria de transporte contenerizado se ve ante un inminente colapso de la mano de tarifas de alto costo que no logran cubrir los gastos operacionales, forzando una consolidación donde solo quedan 3 o 4 navieras en el mundo. La revolución digital nunca alcanzó las expectativas por falta de inversión adecuada –inversión que tuvo que ser reubicada para cubrir costos operativos-. Los únicos sobrevivientes son los freight forwarders, que logran reinventarse hacia la cadena logística local e intrarregional.

Prepararse para cada escenario sería un arduo trabajo, hay algunos que se pueden aplicar –según propone el estudio- para asegurar una mayor flexibilidad ante las posibilidades del futuro: prestar más atención a las dinámicas en torno al consumidor final, construir disciplina organizacional en torno a los puntos gatillantes detrás de cada uno de los futuros, y aplicar radicalmente digitalización y automatización.

El reporte de TT Club y McKinsey & Company fue desarrollado en 2017 e incluye entrevistas a más de 30 líderes y expertos de la industria, incluyendo representantes de operadores navieros, operadores de terminales, autoridades portuarias, freight forwarders, arrendadores de contenedores, intermediarios financieros, proveedores de soluciones digitales para la industria del transporte y logística, compañías de e-commerce, firmas de abogados, entre otros.

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