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https://www.eleconomista.com.mx – “Hay que reconocer que vamos rezagados en el cumplimiento de la meta”, aceptó Recaredo Arias, director general de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).

En declaraciones a medios, el director general de la asociación indicó que de acuerdo con su Plan Estratégico de Desarrollo del Sector Asegurador, tienen previsto una penetración de 2.8% del Producto Interno Bruto (PIB) para el 2022, una meta que parece lejana.

Actualmente, la penetración del sector asegurador en México es de apenas 2.2% del PIB, una tasa que se ha mantenido constante a lo largo de los últimos seis años. De hecho, la mayor tasa que ha alcanzado es de 2.3 por ciento.

Además, la penetración del seguro sigue por debajo del promedio de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Los datos de la organización, al 2017, señalan que en México el sector asegurador representó 2.3% del PIB, muy por debajo del promedio de 8.9 por ciento.

En 11 años, la penetración de estos productos en México ha tenido un crecimiento bastante modesto. Del 2007 al 2018 la tasa apenas ha incrementado en 0.5 puntos porcentuales.

“Incrementar la penetración sigue manteniéndose como reto. Se avanzó en el nivel de penetración, pero queda pendiente en la agenda. Es algo que se debe tener en cuenta, ya que la industria tiene un gran potencial de crecimiento”, declaró en su momento Francisco Urióstegui, analista de la agencia calificadora Moody’s.

Buenos resultados, en el I Trim

No obstante, el sector está optimista y revela buenos resultados, comentó por su parte Manuel Escobedo, presidente de la AMIS.

Informó que al primer trimestre de este año, el mercado ha logrado crecer alrededor de 7.5% en términos reales respecto al mismo periodo del año pasado.

“Vamos empezando el año con mucha fuerza. Al primer trimestre de este año, el sector creció 12.5% nominal que es poquito más de 7.5% en términos reales. Vamos con ímpetu. Nosotros sí hemos estado poniendo nuestra contribución para lograr un crecimiento económico de 4%”, declaró.

Los resultados del sector contrastan con la de la economía mexicana. La estimación oportuna del PIB mostró que, con cifra ajustadas por estacionalidad, hubo un crecimiento anual de apenas 0.2% en el primer trimestre del año.

El año pasado, las aseguradoras crecieron menos de lo esperado debido a una mayor inflación prevista, la desaceleración económica y la cancelación de seguros para funcionarios de gobierno. La estimación inicial era un crecimiento anual de 6.5%, sin embargo, se registró una expansión de 5.4 por ciento.

Para este año, el sector asegurador espera crecer 3.38% en línea con las proyecciones que tienen para el PIB de México de 1.64% y una inflación de 3.85% para el cierre del año.

Sismos y riesgos hidrometeorológicos costaron 11,386 millones de pesos

Las aseguradoras mexicanas pagaron en el 2018 un total de 11,386 millones de pesos en indemnizaciones por siniestros causados por terremotos y riesgos hidrometeorológicos, como lo son lluvias, inundaciones y granizadas, informó la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).

“En el 2018 el clima fue bastante benigno. En México y Latinoamérica, en general, la experiencia fue buena, hubo pocas catástrofes en comparación con otros países a nivel internacional”, señaló Manuel Escobedo, presidente de la asociación.

La cifra del año pasado resultó 70% menor, en términos nominales, a lo que las aseguradoras tuvieron que pagar en el 2017, que ascendió a poco más de 38,500 millones de pesos.

Lo anterior, explicó Recaredo Arias, director general de la AMIS, se debió a que los sismos del 2017 causaron grandes pérdidas al patrimonio de los mexicanos, por lo cual las aseguradoras debieron pagar alrededor de 32,500 millones de pesos, mientras que para el 2018 no hubo siniestros de tal magnitud.

Manuel Escobedo explicó que este tipo de catástrofes siempre son una enseñanza para el sector. Por ejemplo, explicó que antes del terremoto de 1974 en Nicaragua las aseguradoras no sabían cuántas casas tenían aseguradas, mientras que desde hace 15 años en México se decidió hacer una sola cobertura de riesgos meteorológicos en vez de asegurar daño por daño.

El último cambio que hubo en el sector fue justo después de los sismos del 2017, en donde la AMIS en conjunto con los bancos crearon un nuevo modelo de seguro asociado a crédito hipotecario para ofrecer una mejor cobertura.

ana.martinez@eleconomista.mx

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