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https://www.inese.es – América Latina ha sufrido pérdidas económicas catastróficas por valor de 104.000 millones de dólares en 2017, lo que representa un salto significativo de la pérdida récord de más de 20.000 millones de dólares en 2013. Los cuatro eventos más grandes, los huracanes María e Irma y dos terremotos en México, representaron 101.000 millones de dólares en pérdidas económicas en 2017, con más de 36.000 millones de dólares en pérdidas aseguradas.

Desde la agencia se destaca que “el mercado de reaseguros de Latinoamérica está sujeto a condiciones globales de precios, dado su pequeño tamaño en términos globales. La tendencia mundial de precios blandos del reaseguro ha llegado a su punto más bajo tras el segundo semestre de 2007 lo que aumentó las pérdidas por catástrofe. Sin embargo, las tasas no aumentaron tanto como se esperaba durante el primer trimestre de 2018 y los aumentos de precios fueron más moderados en las renovaciones de mediados de año”. Fitch aún cree que la demanda de reaseguro en Latinoamérica podría mejorar, teniendo en cuenta que las pérdidas por catástrofes aseguradas durante el pasado años alcanzaron un nuevo récord, lo que debería motivar aún más la adquisición de cobertura.

Fitch también espera que la rentabilidad del sector mejore en 2018, ya que hay un alto índice de probabilidad estadístico de que las pérdidas catastróficas vuelvan a niveles más normales. Además de mejoras en la rentabilidad también reflejará el entorno de precios marginalmente positivo y el crecimiento esperado de las primas cedidas de los países latinoamericanos con los montos corrientes más altos.

En opinión de Fitch la intensa competencia de los reaseguradores globales y el gran capital que tiene el reaseguro han forzado a los reaseguradores latinoamericanos a fortalecer sus estrategias hacia sus mercados regionales con el objetivo de captar una mayor participación de las crecientes primas cedidas de América Latina.

Calificaciones estables

Fitch cree que un factor que contribuye a la mejora de los ratios de rentabilidad es que las pérdidas fueron absorbidas por el sector del reaseguro sin un impacto significativo en el capital de los reaseguradores latinoamericanos para usar la retrocesión para manejar la volatilidad del balance y seguir prácticas de reservas adecuadas. Como resultado, destaca la agencia, la disponibilidad de su capacidad de reaseguro no se vio tan comprometida en relación con años anteriores con pérdidas de similar magnitud.

A pesar de los diversos desafíos de 2017, Fitch espera que la mayoría de las calificaciones de las reaseguradoras latinoamericanas se mantengan estable. “Esto supone un escenario base que durante los próximos 12-18 meses la mayoría de los reaseguradores latinoamericanos mantendrá una adecuada capitalización y rentabilidad a pesar de las tendencias globales de precios y, por ello, cualquier disminución de las ganancias estará dentro de los rangos que las calificaciones actuales pueden tolerar”, remarca la agencia. Fitch espera de la mayoría de los reaseguradores de Latinoamérica mantengan estas perspectivas, aunque algunos de los más importantes las compañías apalancadas podrían ser degradadas o asignadas a perspectivas negativas, concluye el informe.

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