En julio Argentina será el invitado al Festival de países, una estrategia para acercar, de forma gratuita, nuestra oferta institucional a los miembros de la industria del Seguro Marítimo en Latinoamérica. Para dar un contexto más amplio, en este blog presentamos un panorama general de su economía, con especial énfasis en el sector asegurador y el impacto de la pandemia en la suscripción de seguros de carga y cascos.
Una de las economías más grandes de América Latina es la argentina, con un Producto Interno Bruto (PIB) corriente de US$ 388,2 mil millones en 2020.
Según lo expresado por el Banco Mundial este país goza de abundantes recursos naturales en energía y agricultura, cuenta con importantes reservas de gas y litio, y tiene un enorme potencial en energías renovables. Argentina es un país líder en producción de alimentos, con industrias de gran escala en los sectores de agricultura y ganadería vacuna. Asimismo, tiene grandes oportunidades en algunos subsectores de manufacturas y en el sector de servicios innovadores de alta tecnología.
Sin embargo, la volatilidad histórica del crecimiento económico ha impedido el desarrollo del país. La pandemia por el Covid-19 y el aislamiento social como forma de combatirla agravaron la situación. La pobreza urbana en Argentina sigue siendo elevada alcanzando un 42,9% de la población en el segundo semestre de 2020, con un 10,5% de indigencia y una pobreza infantil (niños menores de 14 años) del 57,7 %.
El impacto de la COVID-19 ha sido significativo en Argentina. Durante 2020 el país sufrió una caída del PBI de 9.9%, la mayor desde 2002. Para contrarrestar los impactos de la crisis, el Gobierno implementó un paquete de medidas de emergencia, para proteger a los más vulnerables y acompañar a las empresas mientras duró el aislamiento social. La economía doméstica sigue mostrando fuertes desbalances macroeconómicos. La inflación anual, si bien se ha desacelerado en un contexto de caída de la actividad económica, alcanzó el 36% en 2020, a pesar de la existencia de controles de precios.
Fuente: CEPAL
El sector primario argentino representó el 13,6% del PIB en 2020. El sector agropecuario tiene como principales productos el ganado, cereales (trigo, maíz y soja), cítricos, tabaco, té y uva. Entre los recursos energéticos se destacan gas, petróleo y biodiesel. El sector secundario aportó el 22,3% del PIB y en la industria se destacó la producción de alimentos (carne, la molienda de harina y conservas), la molinería, el sector automotor, los textiles, químicos, imprenta, metalúrgica y siderúrgica. Por su parte, el sector terciario de la economía participó con el 64,1% del PIB y sobresalió la industria de software, los call centers y las TIC.
Según datos de la Cepal, la actividad económica se contrajo un 12,6% interanual en el primer semestre de 2020, debido a la caída de la inversión (28,7% interanual), del consumo privado (14,5%), de las exportaciones (8,7%) y del consumo público (5,5%), en el marco de la pandemia de COVID-19, que trajo aparejada una elevada incertidumbre y a partir de la cual se establecieron restricciones a la circulación, con un impacto negativo tanto en la oferta como en la demanda. Esta dinámica fue compensada por un descenso de las importaciones (23% interanual). Por el lado de la oferta, la caída fue generalizada con una única excepción que fue el sector de electricidad, gas y agua, que mantuvo los niveles del año previo. Los sectores más afectados por la crisis sanitaria y económica fueron hoteles y restaurantes (caída interanual de 40,6% en el primer semestre del año), otras actividades comunitarias, sociales y personales (37,2%), construcción (35,7%), pesca (22,6%) y servicio doméstico (19,4%).
El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó que la economía argentina se recuperará 5,8% en 2021 y que durante 2022 crecería 2,5%, si bien consideró que hay «desafíos para lograr una estabilización macroeconómica».
Estas últimas estimaciones mejoraron las proyecciones recientes de enero de 2021, cuando el Fondo consideraba que la Argentina iba a crecer cerca de 4,5% durante este período. A la vez, la recuperación permitirá que la tasa de desempleo baje desde el 11,4% que hubo en el 2020, al 10,6% en 2021 y al 9,6% en 2022.
Desafíos economía
De acuerdo con Infobae, la economía argentina deberá afrontar cuatro grandes desafíos en el segundo semestre de 2021:
- Presión sobre el dólar: En períodos electorales, que pueden traer consigo cambios en la política económica, los agentes del mercado se inclinan por una dolarización como cobertura. Para evitar desequilibrios -como un salto del tipo de cambio y aceleración de precios minoristas- el Banco Central aprovecha el estricto cepo para reducir el ritmo de devaluación a poco más de 1% mensual.
- Inestable clima bursátil: La decisión de MSCI, el mayor proveedor global de índices, de rebajar la categoría del mercado argentino a “standalone” el pasado 24 de junio impactó duro en las cotizaciones de acciones y bonos y le aportó incertidumbre extra a los negocios bursátiles, cuando todavía no está definida la renegociación de los abultados vencimientos de deuda con organismos internacionales, como el Fondo Monetario y el Club de París.
- Inflación “crucero” del 3%: La inercia de la potente emisión monetaria del 2020 elevó al IPC a un ritmo de aumento por encima del 3% mensual, aún con una mayor prolijidad fiscal y monetaria en el corriente año, donde el Tesoro retomó el protagonismo con la colocación de deuda para obtener un financiamiento neto del déficit público.
- Menos dólares comerciales: Con el sostén de los mejores precios internacionales en casi nueve años, la entrada de dólares del agro en el primer semestre del año fue récord histórico. Las ventas de granos y derivados industriales alcanzaron los USD 16.600 entre enero y junio de 2021 y crecieron casi 80% respecto del mismo período del año pasado. Aunque los precios internacionales se sostienen, es de prever una reducción en las liquidaciones hacia fin de año, por el ciclo exportador del agro, que se concentra en el segundo trimestre.
Sector Asegurador
El volumen de primas del mercado asegurador argentino (anualizadas a diciembre de 2019), fue de 533.673 millones de pesos (11.066 millones de USD), lo que supone un incremento nominal del 36,3% mientras que el real arroja una contracción del -11,2% respecto al mismo período del año previo.
Las primas de los seguros de Vida, que suponen el 12,8% sobre el total del mercado, crecieron un 29,1% nominal (-15,9% en términos reales) hasta alcanzar los 68.113 millones de pesos (1.412 millones de USD).
Por su parte, las primas de los seguros No Vida, que suponen el 87,2% del mercado, crecieron un 37,4% nominal (-10,5% en términos reales) hasta alcanzar los 465.559 millones de pesos (9.654 millones de USD).
Seguro de carga y cascos
Según estimaciones realizadas por ALSUM, las primas de carga en 2020[1] presentaron un crecimiento del 48,6% en pesos argentinos y en dólares este porcentaje fue de solo 1,5%, debido al impacto de la devaluación. De acuerdo con las cifras, en 2019 el mercado obtuvo ingresos en seguros de carga por valor de USD 93 millones y en 2020 el valor fue de USD 94 millones. Por otro lado, los siniestros en moneda local crecieron en 35% y en dólares la caída fue de 7%.
Las primas de cascos en 2020 presentaron un crecimiento del 97% en pesos argentinos y en dólares este porcentaje fue de 35%, debido al impacto de la devaluación. De acuerdo con las cifras, en 2019 el mercado obtuvo ingresos en seguros de cascos por valor de USD19 millones y en 2020 el valor fue de USD 26 millones. Por otro lado, los siniestros en moneda local crecieron en 44% y en dólares la caída fue de 2%.
Los seguros marítimos (agregado carga y cascos) en 2020 presentaron un crecimiento en las primas del 57% en pesos argentinos y en dólares este porcentaje fue de 7% debido al impacto de la devaluación. De acuerdo con las cifras, en diciembre de 2019 el mercado obtuvo ingresos de USD 112 millones y en 2020 el valor fue de USD 120 millones. Por otro lado, los siniestros en moneda local crecieron en 37% y en dólares cayeron en 6%.
Exportaciones
De acuerdo con datos suministrados por la CEPAL, los mayores productos que exporta Argentina están relacionados con la agroindustria y sus derivados. En 2019, las tortas y harinas de semillas oleaginosas y otros residuos de aceite vegetal, representaron el 13,8% del total de las exportaciones, seguidos por maíz sin moler (9,4%), soya (5,4%) y camiones / camionetas (5,4%).
Fuente: CEPAL
Soya
La Argentina es el tercer productor mundial de soya, el primer exportador mundial de su aceite y el segundo de su harina.
Este país volverá a ser en 2021 el principal proveedor de harina y aceite de soya a nivel mundial, al alcanzar exportaciones por 26,6 y 5,4 millones de toneladas respectivamente. El dato proviene de las estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). De acuerdo con la entidad bursátil, el país aportará el 40% de la harina comercializada del mundo, de la que también es el principal productor mundial. Así, la Argentina venderá al exterior 26.577.000 toneladas, seguido por Brasil con 16,8 millones, Estados Unidos con 12,9 millones y Paraguay con 2,4 millones.
Carne
En 2020 ingresaron 3.126 millones de dólares por el comercio externo de carne, frente a los 14.000 millones de dólares obtenidos por la soya, el producto más exportado. China, el principal cliente de carne argentina, compra en su mayoría partes de muy baja calidad, destinadas al procesamiento industrial. Europa se queda con las piezas más refinadas y caras. Los cortes más populares en Argentina, como el asado y el vacío, son de una calidad intermedia.
[1] Argentina: reporte calendario de junio a junio