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En las últimas semanas ha iniciado una carrera en el mundo para aprobar, desarrollar, transportar y aplicar las vacunas en la población, lo que permitiría mitigar los efectos ocasionados por la pandemia del Covid-19.

El pasado viernes 11 de diciembre, las autoridades sanitarias de Estados Unidos y DE México otorgaron una autorización de emergencia a la vacuna de Pfizer-BioNTech contra el COVID-19. Ambas naciones se sumaron a Reino Unido, Baréin, Canadá, Arabia Saudita en aprobar esa vacuna contra el COVID-19 y la comenzarán a aplicar en las próximas horas, según informaron sus respectivos gobiernos.

Según lo reporta el diario El Espectador, el panorama en África y América Latina es diferente: países con economías muy golpeadas, con grandes diferencias, climas tropicales y poblaciones aisladas, en donde se hacen enormes esfuerzos para comprar las dosis que pueden para comenzar a inmunizar a su población, una de las más afectadas por la pandemia de coronavirus en el mundo.

Para asegurar la inmunización de más de 630 millones de habitantes latinoamericanos, la mayoría de gobiernos forman parte de la iniciativa Covax, un fondo común conformado por 172 naciones en desarrollo que buscan acceder a las vacunas. Sin embargo, el mecanismo se queda corto, pues solo cubrirá el 20 % de la población en países en desarrollo de aquí a finales de 2021, mientras que los países ricos podrán hacerse con el 50 % de la producción mundial, según un estudio del Global Health Innovation Centre de la Universidad de Duke, en EE. UU.

Duke también hizo la lista de los países que se han asegurado más suministros de vacunas hasta ahora: en el primer lugar está India, con 1.600 millones; seguido por la Unión Europea, con 1.425 millones de dosis; Estados Unidos, 1.010 millones, y sigue la iniciativa Covax, con 700 millones.

COVAX

El Acelerador de Acceso a las Herramientas contra la COVID-19 (ACT) es un proyecto de colaboración global que se puso en marcha a finales de abril de 2020, reúne a gobiernos, organizaciones sanitarias, científicos, empresas, organizaciones de la sociedad civil y filántropos, para acelerar el fin de la pandemia mediante el desarrollo y la asignación equitativa de las pruebas diagnósticas, las vacunas y los tratamientos que el mundo necesita. El Acelerador consta de cuatro pilares de trabajo: diagnóstico, tratamiento, inmunización y el fortalecimiento de los sistemas de salud.

En el pilar de inmunizaciones se ha creado el Mecanismo de Acceso Mundial a las Vacunas contra la COVID-19, también llamado COVAX. El mecanismo está encabezado por la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI); la Alianza para la Vacunas (GAVI) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La meta principal de COVAX será crear una cartera amplia, diversa y activamente gestionada de vacunas candidatas contra la COVID-19 para potenciar al máximo la probabilidad de éxito de varias candidatas, de manera que se disponga finalmente de las mejores vacunas y que el suministro sea suficiente y equitativo para los grupos que tienen la máxima prioridad a nivel mundial.

Plan de compras anticipadas en LatAm

El Diario El País de España, en un completo informe destaca que en COVAX las naciones más pobres disponen de una suerte de acceso o compromiso de compra anticipado (AMC por sus siglas en inglés) financiado mediante fondos para el desarrollo. Pero cada una es libre para adquirir paquetes de dosis por su cuenta.

En América Latina, cada vez más países se están embarcando en estas compras bilaterales. Los más grandes y con mayores ingresos en la región entienden, además, que COVAX beneficiará sobre todo a los de menor nivel de recursos. Por eso, y porque la presión política actúa por comparación (cada gobierno siente quizás que su gestión durante la pandemia se medirá ahora en dosis disponibles por cabeza), el mercado se está acelerando. Así son los planes de compra de vacuna, país por país:

Según los datos analizados por EL PAÍS, Chile es el país con el mayor stock preadquirido de vacunas, pero tres cuartas partes de ellas son de la china Sinovac, sin pruebas de efectividad a día de hoy. Por su parte, Ecuador y México, el país con un portafolio de compras más diverso, incluyen acuerdos con dos de las firmas más prometedoras actualmente (Oxford con AstraZeneca y Pfizer). En Argentina, Brasil y Venezuela apuestan principalmente por la rusa de Gamaleya y su proyecto Sputnik V, que ha anunciado una efectividad muy elevada, pero al mismo tiempo despierta dudas en la comunidad científica por la falta de transparencia del proceso. Mientras, en países como Bolivia, El Salvador, Haití, Honduras, Nicaragua y varias islas del Caribe recibirán dosis de Covax dado que, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), “bajo criterios económicos son los países más pobres o porque, por su pequeña población, tienen más dificultad de acceso”.

Fuente: El País

México

✍️ Por Elías Camhaji

México tiene acuerdos de intención de compra para 198 millones de vacunas, aunque este mes solo recibirá 250.000 dosis de Pfizer. El objetivo inicial era inmunizar a 2,6 millones de personas en una primera ola de vacunación, entre diciembre y enero, pero el flujo tomará más tiempo, con envíos de 1 millón de dosis al mes durante el primer trimestre de 2021. Según anunció este martes el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, el medicamento se aplicará inicialmente en dos zonas, la Ciudad de México y el Estado de Coahuila, en el norte del país, y su distribución estará a cargo de las Fuerzas Armadas. Por su parte, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha prometido que la vacuna será gratuita y universal para los 127 millones de habitantes.

Se espera que el prototipo de Pfizer sea aprobado a mediados de este mes, unos días después de que los reguladores estadounidenses lo autoricen, y que la vacuna china de CanSino también se apruebe en las próximas semanas. El plan de vacunación consta de cinco fases: la primera, que comenzará este mismo mes y se extenderá hasta febrero, estará dirigida a los sanitarios que luchan en primera línea contra la covid-19. La segunda etapa (de febrero a abril) beneficiará al resto de trabajadores de la salud que no lidian directamente con la pandemia, a los mayores de 60 años y a las personas con enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión u obesidad. La tercera etapa, de abril a mayo, incluirá a los mayores de 50 años; la cuarta, de mayo a junio, a las personas de 40 a 49 años, y en la última, de junio de 2021 a marzo de 2022, será vacunada el resto de la población.

Si las primeras dosis suministradas serán las de Pfizer, conforme avancen los meses el reto será administrar un portafolio que incluye cuatro prototipos diferentes. México negoció en octubre comprar hasta 34,4 millones de dosis de Pfizer; 77,4 millones de Oxford y AstraZeneca, 35 millones de CanSino y 51,5 millones a través de la iniciativa Covax, con el que se podrá tener acceso a la vacuna de Moderna, la más cara de las disponibles. Rusia quiere mandar al país hasta 32 millones de dosis, aunque no se han entablado pláticas formales para comprarlas. Además, Jansen ya ha comenzado ensayos de fase 3 en México, mientras que Novavax y Curevac están en trámites con el país norteamericano también.

Las esperanzas iniciales del Gobierno estaban puestas en la vacuna de Oxford y AstraZeneca, con quienes firmó en agosto un acuerdo para producir y distribuir a otros países hasta 250 millones de dosis, en asociación con Argentina y la fundación del magnate Carlos Slim. López Obrador ha dicho que se destinarán 20.000 millones de pesos (unos 1.000 millones de dólares), aunque si el país concreta la compra de las 198 millones de dosis, el costo será superior a los 35.000 millones de pesos (1.659 millones de dólares). Esa diferencia se saldaría al concluir en 2021 pagos mensuales contra entrega, según las autoridades.

Centroamérica

✍️ Por Wilfredo Miranda

En Centroamérica, Costa Rica y Panamá son los países más aventajado en la búsqueda de la inmunidad contra la pandemia. El gobierno del costarricense Carlos Alvarado firmó un contrato de fabricación para la vacuna contra la covid-19 con Pfizer y BioNTech. Se prevé que el suministro de esta vacuna sea de tres millones de dosis, lo que permitiría proteger a un millón y medio de los 4,9 millones de habitantes del país. Por su parte, el panameño Laurentino Cortizo anunció en noviembre un acuerdo con Pfizer para la compra de 4 millones de dosis de la vacuna para el país de 4,2 millones de habitantes. Las vacunas, para las que se invirtieron 48 millones de dólares, servirán para inmunizar a dos millones de personas, ya que cada paciente requiere dos dosis.

En El Salvador, el presidente Nayib Bukele anunció un acuerdo con la farmacéutica AstraZeneca para la compra de dos millones de dosis de una vacuna contra la covid-19 a partir del primer semestre de 2021. “Ya concluimos el acuerdo para el suministro de las primeras 2 millones de dosis de la vacuna para la covid-19 de AstraZeneca y la Universidad de Oxford”, anunció Bukele en su cuenta de Twitter. En declaraciones a los medios, el mandatario aseguró que su Gobierno adquirirá cuatro tipos de vacunas diferentes contra la covid-19, pero dijo que no podía revelar los nombres de las otras tres farmacéuticas. Según afirmó, la vacunación será “gratuita, universal y voluntaria” para los 6,4 millones de salvadoreños.

Guatemala, el país más poblado de la región, con más de 17 millones de habitantes, tiene garantizadas 3,3 millones de vacunas gracias al mecanismo Covax. En las próximas semanas, el Gobierno de Alejandro Giammattei prevé anunciar plan preliminar de cómo va a ser distribuida y manejada la vacunación en el país.

Por su parte, Honduras y Nicaragua, considerados los dos países más pobres de la región, no tienen un plan claro para obtener el antídoto contra el coronavirus, pero centran sus esperanzas en que la comunidad internacional los subvencione. Hasta hoy, la principal apuesta de Centroamérica, recientemente golpeada con severidad por los huracanes Eta y Iota, es la propuesta de la Oganización Mundial de la Salud (OMS) de la iniciativa Covax. En Nicaragua, la nebulosa sobre las vacunas es mayor, debido al secretismo natural del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

Aunque se ha barajado la posibilidad de que Rusia envíe su vacuna Sputnik V por la cercanía política de Managua y Moscú, dando prioridad a los trabajadores de la salud, enfermos crónicos y adultos mayores, la información oficial es confusa. Iván Acosta, el ministro de Hacienda del Gobierno sandinista informó la semana pasada que disponían de 107 millones de dólares para adquirir la vacuna contra el coronavirus procedentes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Centroamericano de la Integración Económica (BCIE), pero el director de la segunda organización aseguró que Nicaragua no ha solicitado financiamiento al respecto. Los únicos países en hacerlo han sido, hasta ahora, Honduras y Guatemala. A su vez, la vicepresidenta Rosario Murillo informó sobre una reunión con un equipo de la OPS en la que se habló del avance de cuatro vacunas, pero no dio detalles de si había algún acuerdo o cuándo podrían llegar al país.

Región Andina

✍️ Por Santiago TorradoFlorantonia SingerSara España Jacqueline Fowks

En Colombia, las autoridades han optado por combinar una estrategia multilateral y varias bilaterales –de las que no han trascendido los detalles– para buscar la inmunización. El país de cerca de 50 millones de habitantes hace parte del Covax, un mecanismo por el que tiene aseguradas vacunas para diez millones de personas, planteadas para el segundo semestre de 2021. Además, mantiene negociaciones bilaterales, bajo acuerdos de confidencialidad, con seis farmacéuticas en fase tres de desarrollo –Pfizer, AstraZeneca, Janssen, Sinopharm, CanSino y el Serum Institute de la India–. En esos casos, esperan obtener cinco millones más para el primer semestre del 2021, con lo que completarían la primera fase de vacunación contra la covid-19. “No podemos confirmar el número que estamos negociando con ninguna empresa. El objetivo son 15 millones y llevamos ya vacunas para 10 millones”, dijo la semana pasada el ministro de Salud y Protección Social, Fernando Ruiz Gómez. Una resolución del Ministerio de Hacienda filtrada por la prensa reveló que el Gobierno tiene dispuestos unos 123 millones de dólares para adquirir diez millones de dosis de la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNtech –que corresponden a cinco millones de personas, por la necesidad de una doble dosis–.

El plan colombiano prioriza en esa primera fase a los trabajadores de la salud (unos 813.000), los mayores de 60 años (6,8 millones) y las personas con comorbilidades como hipertensión, diabetes y enfermedades cardiacas, entre otras (6,7 millones). La vacuna será gratuita, según lo determina el proyecto legislativo que ya pasó por el Congreso. Uno de los aspectos más criticados fue que las farmacéuticas quedarán eximidas de pagos de indemnizaciones derivados de efectos adversos de la vacuna. El país tiene un sólido historial de vacunación, sin grandes movimientos adversos, pero las cadenas de desinformación promovidas a través de redes sociales pueden elevar la desconfianza frente a las farmacéuticas, afirma Cristina Vélez, de Linterna Verde, un grupo interdisciplinario que ha estudiado la percepción ciudadana sobre el tema en Colombia. “Como la vacuna es también un problema de confianza, la misma falta de transparencia puede dañar el proceso”, advierte.

En Venezuela, Nicolás Maduro planea iniciar una vacunación masiva contra la covid-19 a partir de abril y ha asegurado la inmunización de al menos 10 millones de personas. El gobierno venezolano ha apostado por el producto desarrollado por sus aliados rusos, la Sputnik V, de la que se trajeron en octubre dosis de prueba para 2.000 voluntarios venezolanos. Así, Venezuela fue el primer país de América Latina en probar esta medicina cuestionada en el mundo científico por la falta de transparencia e inconsistencia en los datos de las primeras dos fases del desarrollo del Centro Nacional Gamaleya publicadas en la revista científica The lancet. No se conocen los resultados de esta fase ni a quienes se las aplicaron.

Venezuela ha señalado que no solo vacunará sino que también participará en su fabricación en una planta en Caracas. En la geopolítica sanitaria de Maduro, cercado diplomáticamente por la crisis política del país, también se ha apoyado en sus otros socios, los chinos, que durante la pandemia le han proveído de las pocas pruebas rápidas y moleculares que ha podido realizar el país, que llega a diciembre sobre los 100.000 casos confirmados en solo dos laboratorios autorizados para el diagnóstico y más de 900 fallecidos. Pese a que el mandatario se ha mostrado optimista con la llegada de las vacunas rusas, el esquema básico de inmunizaciones está en vilo. El país quedó fuera del programa Clovex por las deudas que acumula con el organismo, 11 millones de dólares desde 2017. Este podría ser un escollo adicional para obtener líneas de crédito para adquirir las vacunas contra la covid-19.

El Gobierno de Ecuador asegura que empezará a vacunar desde enero al personal sanitario que está en primera línea y a las personas de tercera edad que conviven en albergues. Según la planificación del ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, la distribución de vacunas de forma masiva para el resto de la población no iniciará hasta marzo. ”En varias ciudades del país, entre el 22 % y el 44 % de la población ya se ha contagiado; esto sería uno de cada tres ciudadanos”, dimensionó el titular de la cartera, que después matizó que no hay ninguna evidencia de que quienes hayan tenido la covid-19 deban recibir la vacuna. Las primeras 50.000 dosis que llegarán al país andino serán de la farmacéutica Pfizer y BioNTech. Pero no serán las únicas, de acuerdo con la versión oficial, pues ya se han adelantado 20 millones de dólares como un anticipo para asegurar el acceso a 18 millones de dosis. En total, auguran un gasto en vacunación de 200 millones de dólares. Las autoridades han asegurado, además, que se han mantenido conversaciones con cuatro distribuidores para acceder a la vacuna: de Covax, de la OMS, a la de AstraZeneca a Moderna y Covaxx.

Perú ha adquirido las primeras vacunas a Pfizer-BioNtech y espera la entrega -a fines de diciembre o enero- de un primer lote para administrar dos dosis a 25.000 personas en marzo o abril, informó la ministra de Salud, Pilar Mazzetti, a una comisión del Congreso este martes. En total, la compra al consorcio británico asciende a 9.9 millones de dosis, de las que 5.7 millones llegarán en el primer semestre de 2021. Además, el Gobierno peruano negocia la compra de otras 26.8 millones de dosis con Gamaleya, Covaxx, Astra Zeneca, Janssen y Sinopharma -las dos últimas realizan ensayos clínicos de fase 3 en el país sudamericano-.

Según el presidente Francisco Sagasti, las primeras dosis serán para personal de salud de primera línea, policías, militares y bomberos. Por su parte, Mazzetti ha indicado que la inmunización será gratuita para la población general y que podría realizarse en los locales de votación de las elecciones generales -escuelas y universidades- aunque no durante los comicios, previstos para abril, sino en otras fechas. Una ley del Congreso, además, garantiza que el acceso a la inmunización contra el nuevo coronavirus será “libre y voluntaria” en los establecimientos públicos de salud. De acuerdo a una encuesta nacional urbana de Ipsos realizada en agosto, un 75% de los peruanos está dispuesto a vacunarse. Sin embargo, desde hace un par de meses hay campañas de desinformación contra la vacuna en el país. Entre los sectores que se oponen están grupos neoconservadores, los defensores del dióxido de cloro y congresistas de los grupos políticos Podemos Perú y Unión por el Perú, quienes promovieron en noviembre dejar vacante la presidencia y respaldaron el gobierno interino de Manuel Merino.

Bolivia es uno de los países que tendrá acceso prioritario y gratuito al plan de Covax, pero por el momento se desconoce de otros acuerdos. El mes pasado, el ministro de Salud, Edgar Pozo, dijo que había desarrollado “contactos fructíferos” con organismos internacionales para aplicar la vacuna contra el nuevo coronavirus gratuitamente en el primer trimestre de 2021 y que el personal sanitario y los grupos vulnerables tendrían prioridad. Además, aseguró que el país tenía “de dos a tres alternativas interesantes”, entre ellas la de Oxford y la rusa Sputnik V.

Brasil

✍️ Por Beatriz Jucá

En Brasil, existe una intensa batalla política en torno a la contratación y aprobación de las vacunas contra la covid-19. El país, un experto en las campañas de inmunización, puede quedarse atrás en la carrera mundial mientras los políticos compiten por los laureles de la vacuna que han decidido patrocinar. El Gobierno Federal cerró acuerdos para comprar alrededor de 300 millones de dosis en 2021. La mayoría de ellas provienen de la gran apuesta del presidente Bolsonaro: la vacuna de AstraZeneca, de la que el Gobierno espera adquirir 260 millones de dosis al largo del próximo año. Otros 40 millones de dosis vendrían a través de Covax. Pero Brasil no prevé comenzar su plan de vacunación hasta marzo. Se espera que las primeras 15 millones de dosis de AstraZeneca lleguen al país en enero, pero su proceso de autorización podría tardar 60 días.

Este retraso en la distribución de la vacuna ha provocado reacciones de políticos opositores y expertos. El gobernador de São Paulo, João Doria, ya tiene un acuerdo de transferencia de tecnología y adquisición de dosis con Coronavac, la vacuna del laboratorio chino Sinovac, cuyo plan de distribución fue anunciada este mismo martes, pero que ha sido rechazada públicamente por el presidente Bolsonaro, opositor del gobernador de São Paulo. Aunque el medicamento aún no está registrado, Doria anunció que iniciará la campaña en en enero. Pretende inmunizar a 9 millones de personas, pero necesita al menos una autorización especial de la agencia brasileña de sanidad (Anvisa), donde Bolsonaro ha colocado cada vez más aliados en posiciones estratégicas.

Otros gobernadores han presionado al presidente para que la disputa política no provoque más retrasos en la campaña de vacunación, han intentado comprar dosis por su cuenta y uno hasta acudió a la Corte Suprema para solicitar autorización para la vacuna, en caso de que Anvisa se niegue a hacerlo. Ante la presión, el ministro de Salud, Eduardo Pazuello, anunció este martes que el país negocia la compra de otros 70 millones de dosis de la vacuna desarrollada de Pfizer. De ellos, 8,5 millones podrían llegar en el primer semestre. Esa vacuna había sido originalmente descartada porque necesita ultracongeladores que no tiene el sistema de salud brasileño, pero el Gobierno asegura estar trabajando en la adquisición de refrigeradores, jeringas y agujas. Sin embargo, el funcionario insistió en el pronóstico de 60 días para la aprobación de los medicamentos, por lo que la campaña nacional no comenzaría hasta después de febrero.

Cono Sur

✍️ Por Federico Rivas Molina Rocío Montes

Argentina se ha hecho con 47 millones de dosis de vacunas contra la covid-19 (22 millones compradas a AstraZeneca y 25 millones de Sputnik V al Instituto Gamaleya), suficientes para inmunizar al 60% de su población. El Gobierno de Alberto Fernández mantiene, además, negociaciones con Pfizer y Janssen, dos empresas que ya realizan ensayos clínicos en el país sudamericano, el primero desde agosto y el segundo desde noviembre.

Este jueves, el presidente anunció la firma del acuerdo con Rusia por el que prevé que se vacunen 300.000 personas antes de fin de año y otros 10 millones entre enero y febrero. Para dar confianza a la población, Fernández dijo que él será el primero en recibir la inmunización de Sputnik V en el país.

Además, en agosto pasado, AstraZeneca y la Universidad de Oxford anunciaron un acuerdo con la Casa Rosada para producir en el laboratorio argentino mAbxience el principio activo de su vacuna, paso previo a su envasado en México y el reparto de las dosis en América Latina. Se espera que las entregas empiecen en el inicio del próximo año. El Ejecutivo anunció días atrás el arranque de un plan de vacunación de grupos de riesgo durante la primera quincena de enero. Alberto Fernández dijo que esperaba que para marzo estén vacunadas unas 10 millones de personas, para una población total de 44 millones.

Chile pretende comenzar la vacunación contra la covid-19 en el primer semestre de 2021, según anunció el presidente, Sebastián Piñera, en el marco de un plan que contempla la inmunización de 15,2 millones de personas. Cerca de Navidad arribarán las primeras 25.000 dosis del laboratorio estadounidense Pfizer, que haría llegar en lo inmediato otras 25.000 dosis. Además, antes del 15 de enero llegarán otras 2 millones de dosis del laboratorio chino Sinovak. En total, serán algo más de 2 millones de vacunas en la etapa inicial, que serán voluntarias y gratuitas. Habrá tres grupos prioritarios: los trabajadores de la salud, del transporte y las Fuerzas Armadas y del orden.

“Hemos logrado acuerdos o hemos firmado contratos con muchos laboratorios, entre los más promisorios del mundo como, por ejemplo, Pfizer, Sinovac, Johnson & Johnson, AstraZeneca y otros. Adicionalmente, desde hace meses, somos parte de Covax”, explicó Piñera, que el sábado fue sorprendido en una playa compartiendo con otras personas sin usar mascarilla y, ante la polémica, optó por autodenunciarse ante la Justicia. Si el plan de vacunación funciona de acuerdo a lo previsto por el Gobierno, en el primer trimestre del 2021 habrá 5,8 millones de personas vacunadas. Son cifras que alimentan la esperanza en un país que no ha logrado controlar la pandemia y cuyas cifras de contagio han obligado a las autoridades a endurecer las medidas. Desde el jueves, toda la capital volverá a cuarentena los fines de semana y quedará prohibidos los viajes a otras regiones para los habitantes de Santiago de Chile.

Dificultades de almacenamiento y distribución

El hecho de que algunas vacunas de ARN mensajero, fragmento de código genético del virus, deben ser almacenadas y distribuidas a menos de 70 grados centígrados, como la Pfizer-BioNTech, hará que la gente no en todos los casos pueda ir directamente al médico y vacunarse, sino que tendrán que construirse centros de vacunación con megacongeladores, como se está haciendo ya en Alemania, por ejemplo. Algo que, en los países con menos recursos, como India, u otros de Asia, los países africanos y de Latinoamérica, no será tarea fácil. Allí donde se carece de instrumentos de financiación y donde el acceso a la población se dificulta, harán falta gestos concretos de solidaridad internacional, según la OMS, que estima que vacunar a un 20% de la población latinoamericana y caribeña costaría más de 1.000 millones de dólares.

Para este caso, el sector del transporte aéreo se ha preparado para el transporte de la vacuna, y la distribución dependerá de dónde se fabriquen las mismas, y se podrá combinar su traslado en avión con parte en carretera, dependiendo de los destinos. Lo más importante «será garantizar la conectividad aérea», pues una gran parte de la mercancía se traslada en las bodegas de los aviones de pasajeros, comenta para el Mundo, Javier Gándara, presidente de ALA, la Asociación de Líneas Aéreas, que engloba a unas 80 compañías que operan en España.

Para Iata, la agencia internacional de transporte aéreo, el mayor desafío está en tener disponibles instalaciones de almacenamiento con temperatura controlada, la colaboración entre las partes involucradas, la conectividad y la seguridad de estos productos.

América Latina afrontará un gran reto para garantizar la inmunidad de su población en contra del Covid-19. La logística y las decisiones gubernamentales serán fundamentales para generar la equidad que se requiere para que las personas de escasos recursos puedan vacunarse en la región mas desigual del mundo.

Fuente prinicipal: https://elpais.com

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Nas últimas semanas começou uma corrida no mundo para aprovar, desenvolver, transportar e aplicar vacinas na população, o que amenizaria os efeitos causados ​​pela pandemia da Covid-19.

Na última sexta-feira, 11 de dezembro, as autoridades de saúde dos Estados Unidos e do DE México concederam uma autorização de emergência para a vacina Pfizer-BioNTech contra a COVID-19. As duas nações se juntaram a Reino Unido, Bahrein, Canadá e Arábia Saudita na aprovação da vacina contra a COVID-19 e começarão a aplicá-la nas próximas horas, de acordo com seus respectivos governos.

Conforme noticiado pelo jornal El Espectador, o panorama na África e na América Latina é diferente. Nestas regiões, os países apresentam economias muito atingidas, com grandes diferenças sociais, climas tropicais e populações isoladas, onde enormes esforços são feitos para comprar as doses que podem começar a imunizar sua população, uma das mais afetadas pela pandemia de coronavírus no mundo.

Para garantir a imunização de mais de 630 milhões de habitantes latino-americanos, a maioria dos governos faz parte da iniciativa Covax, um fundo comum formado por 172 nações em desenvolvimento que buscam ter acesso a vacinas. No entanto, o mecanismo é insuficiente, pois só cobrirá 20% da população dos países em desenvolvimento até o final de 2021, enquanto os países ricos poderão obter 50% da produção mundial, segundo um estudo da Global Health Innovation Center da Duke University, nos EUA.

A Duke também listou os países que garantiram o maior estoque de vacinas até agora: em primeiro lugar está a Índia, com 1,6 bilhão; seguida pela União Européia, com 1.425 milhões de doses; os Estados Unidos, 1.010 milhões e em seguida está iniciativa da Covax, com 700 milhões.

COVAX

O Acelerador de Acesso a Ferramentas contra a COVID-19 (ACT) é um projeto colaborativo global que foi lançado no final de abril de 2020 e reúne governos, organizações de saúde, cientistas, empresas, organizações da sociedade civil e filantropos, para acelerar o fim da pandemia por meio do desenvolvimento e distribuição equitativa dos testes de diagnóstico, vacinas e tratamentos de que o mundo precisa. O Acelerador consiste em quatro pilares de trabalho: diagnóstico, tratamento, imunização e fortalecimento dos sistemas de saúde. 

No pilar de imunizações , foi criado o Mecanismo de Acesso Global a Vacinas contra a COVID-19, também denominado COVAX. O mecanismo é liderado pela Coalizão para Inovações em Preparação para Epidemias (CEPI); a Aliança para as Vacinas (GAVI) e a Organização Mundial da Saúde (OMS). 

O objetivo principal da COVAX será criar um portfólio amplo, diverso e gerenciado ativamente de vacinas candidatas à COVID-19 para maximizar a probabilidade de sucesso para várias candidatas, de modo que as melhores vacinas estejam finalmente disponíveis e o fornecimento seja suficiente e equitativo para os grupos que têm a maior prioridade globalmente.  

Plano de compras antecipadas na América Latina

O jornal El País da Espanha, em uma reportagem completa, destaca que na COVAX as nações mais pobres têm uma espécie de acesso ou compromisso de compra antecipada (AMC) financiado por fundos de desenvolvimento. Mas cada um é livre para comprar pacotes de doses por conta própria.

Na América Latina, cada vez mais países estão embarcando nessas compras bilaterais. Os maiores e com maior renda da região também entendem que a COVAX vai beneficiar principalmente quem tem o menor nível de recursos. Por esta razão, e porque a pressão política atua fazendo comparações (cada governo talvez sinta que sua gestão durante a pandemia agora será medida em doses disponíveis per capita), o mercado está se acelerando. Estes são os planos de compra de vacinas por país:

De acordo com os dados analisados ​​pelo EL PAÍS, o Chile é o país com o maior estoque de vacinas previamente adquiridas, mas três quartos delas são da chinesa Sinovac, sem evidências de eficácia até o momento. Por sua vez, Equador e México, país com o portfólio de compras mais diversificado, incluem acordos com duas das empresas mais promissoras da atualidade ( Oxford com AstraZeneca e Pfizer). A Argentina, Brasil e Venezuela apostam principalmente na russa Gamaleya e seu projeto Sputnik V, que anuncia uma eficácia muito elevada, mas ao mesmo tempo levanta dúvidas na comunidade científica pela falta de transparência do processo. Enquanto isso, em países como Bolívia, El Salvador, Haiti, Honduras, Nicarágua e várias ilhas do Caribe, receberão doses de Covax, já que, segundo a Organização Pan-Americana da Saúde (OPAS), “por critérios econômicos são os países mais pobres ou porque, devido à sua pequena população, têm mais dificuldade de acesso ”.  

Fonte: El País

México

O México tem acordos de intenção de compra para 198 milhões de vacinas, embora este mês receba apenas 250.000 doses da Pfizer. A meta inicial era imunizar 2,6 milhões de pessoas em uma primeira onda de vacinação, entre dezembro e janeiro, mas o fluxo será maior, com embarques de 1 milhão de doses por mês durante o primeiro trimestre de 2021. Conforme anunciado, nesta terça-feira, pelo subsecretário de Saúde, Hugo López Gatell, o medicamento será aplicado inicialmente em duas áreas, Cidade do México e Estado de Coahuila, no norte do país, e sua distribuição ficará a cargo das Forças Armadas. Por sua vez, o presidente, Andrés Manuel López Obrador, prometeu que a vacina será gratuita e universal para os 127 milhões de habitantes. 

O protótipo da Pfizer deve ser aprovado em meados deste mês, poucos dias após a autorização dos reguladores norte-americanos, e a vacina CanSino chinesa também será aprovada nas próximas semanas. O plano de vacinação consiste em cinco fases: a primeira, que começa neste mês e vai até fevereiro, será voltada para os profissionais de saúde que lutam na linha de frente contra o covid-19. A segunda etapa (de fevereiro a abril) vai beneficiar o restante dos trabalhadores de saúde que não lidam diretamente com a pandemia, maiores de 60 anos e pessoas com doenças crônicas como diabetes, hipertensão ou obesidade. A terceira etapa, de abril a maio, contemplará maiores de 50 anos. A quarta será de maio a junho, para pessoas de 40 a 49 anos, e a última, de junho de 2021 a março de 2022, o restante da população será vacinada.  

Se as primeiras doses fornecidas forem as da Pfizer, com o passar dos meses o desafio será gerenciar um portfólio que inclua quatro protótipos diferentes. O México negociou em outubro para comprar até 34,4 milhões de doses da Pfizer, 77,4 milhões da Oxford e AstraZeneca, 35 milhões da CanSino e 51,5 milhões da iniciativa Covax, com a qual será possível ter acesso à vacina Moderna, a mais cara das disponíveis. A Rússia quer enviar até 32 milhões de doses ao país, embora nenhuma negociação formal tenha sido realizada para comprá-las. Além disso, a Jansen já iniciou os testes de fase 3 no México, enquanto a Novavax e a Curevac estão em andamento com o país da América do Norte também.

As esperanças iniciais do governo se voltaram para a vacina da Oxford e AstraZeneca, com quem assinou em agosto um acordo para produzir e distribuir até 250 milhões de doses para outros países, em associação com a Argentina e a fundação do magnata Carlos Slim. López Obrador disse que serão destinados 20 bilhões de pesos (cerca de 1 bilhão de dólares), embora se o país concluir a compra das 198 milhões de doses, o custo será superior a 35 bilhões de pesos. Essa diferença seria liquidada com a conclusão dos pagamentos mensais na entrega em 2021, de acordo com as autoridades.

América Central

Na América Central, a Costa Rica e o Panamá são os países mais avançados na busca por imunidade contra a pandemia. O governo da Costa Rica, Carlos Alvarado, assinou um contrato de fabricação da vacina covid-19 com a Pfizer e a BioNTech. O fornecimento dessa vacina está previsto em três milhões de doses, o que protegeria um milhão e meio dos 4,9 milhões de habitantes do país. Por sua vez, o panamenho Laurentino Cortizo anunciou em novembro um acordo com a Pfizer para a compra de 4 milhões de doses da vacina para um país de 4,2 milhões de habitantes. As vacinas, para as quais foram investidos 48 milhões de dólares, servirão para imunizar dois milhões de pessoas, já que cada paciente necessita de duas doses.  

Em El Salvador, o presidente Nayib Bukele anunciou um acordo com a farmacêutica AstraZeneca para a compra de dois milhões de doses de uma vacina contra a covid-19 a partir do primeiro semestre de 2021. “Já fechamos o acordo para o fornecimento da primeira 2 milhões de doses da vacina para covid-19 da AstraZeneca e da Universidade de Oxford”, anunciou Bukele em sua conta no Twitter. Em declarações à imprensa, o presidente garantiu que o seu governo vai adquirir quatro tipos diferentes de vacinas contra a covid-19, mas disse não poder revelar os nomes das outras três empresas farmacêuticas. Conforme afirmado, a vacinação será «gratuita, universal e voluntária» para os 6,4 milhões de salvadorenhos. 

A Guatemala, país mais populoso da região, com mais de 17 milhões de habitantes, garantiu 3,3 milhões de vacinas graças ao mecanismo Covax. Nas próximas semanas, o governo de Alejandro Giammattei planeja anunciar um plano preliminar de como a vacinação será distribuída e administrada no país. 

Por sua vez, Honduras e Nicarágua , considerados os dois países mais pobres da região, não têm um plano claro para obter o antídoto para o coronavírus, mas centram a esperança de que a comunidade internacional os subsidie. Até hoje, a principal aposta da América Central, recentemente atingida severamente pelos furacões Eta e Iota , é a proposta da Organização Mundial da Saúde (OMS) da iniciativa Covax. Na Nicarágua, a dúvida sobre as vacinas é maior, devido ao secreto regime de Daniel Ortega e Rosario Murillo.  

Embora a possibilidade da Rússia enviar sua vacina Sputnik V tenha sido cogitada devido à proximidade política de Manágua e Moscou, dando prioridade aos trabalhadores da saúde, doentes crônicos e idosos, as informações oficiais são confusas. Iván Acosta, ministro da Fazenda do governo sandinista, informou na semana passada que dispunham de 107 milhões de dólares para comprar a vacina contra o coronavírus do Banco Interamericano de Desenvolvimento (BID) e do Banco Centro-Americano de Integração Econômica (CABEI), mas o diretor da segunda organização assegurou que a Nicarágua não solicitou financiamento para esse fim. Os únicos países que o fizeram foram, até agora, Honduras e Guatemala. Por sua vez, o Vice-Presidente Rosario Murillo informou sobre uma reunião com uma equipe da OPAS em que se discutiu o andamento de quatro vacinas, mas não deu detalhes sobre se houve acordo ou quando poderiam chegar ao país.

Região andina

Na Colômbia, as autoridades optaram por combinar uma estratégia multilateral e várias bilaterais – cujos detalhes não foram divulgados – para buscar a imunização. O país de cerca de 50 milhões de habitantes faz parte da Covax, mecanismo pelo qual garantiu vacinas para dez milhões de pessoas, previsto para o segundo semestre de 2021. Além disso, mantém negociações bilaterais, sob acordos de confidencialidade, com seis empresas farmacêuticas na fase três de desenvolvimento – Pfizer, AstraZeneca, Janssen, Sinopharm, CanSino e o Serum Institute of India. Nesses casos, eles esperam obter cinco milhões adicionais até o primeiro semestre de 2021, completando assim a primeira fase de vacinação contra covid-19. “Não podemos confirmar o número que estamos negociando com alguma empresa. A meta é de 15 milhões e já temos vacinas para 10 milhões ”, disse na semana passada o ministro da Saúde e Proteção Social, Fernando Ruiz Gómez. Uma resolução do Ministério da Fazenda vazada pela imprensa revelou que o governo tem cerca de 123 milhões de dólares disponíveis para comprar dez milhões de doses da vacina desenvolvida pela Pfizer e BioNtech – correspondendo a cinco milhões de pessoas, devido à necessidade de um duplo dose-. 

Nesta primeira fase, o plano colombiano prioriza profissionais de saúde (cerca de 813 mil), maiores de 60 anos (6,8 milhões) e pessoas com comorbidades como hipertensão, diabetes e doenças cardíacas, entre outras (6,7 milhões)). A vacina será gratuita, conforme determina o projeto legislativo que já tramita no Congresso. Um dos aspectos mais criticados foi que as empresas farmacêuticas ficarão isentas do pagamento de indenizações decorrentes dos efeitos adversos da vacina. O país tem um histórico sólido de vacinação, sem grandes movimentos adversos, mas as cadeias de desinformação promovidas por meio das redes sociais podem aumentar a desconfiança nas empresas farmacêuticas, afirma Cristina Vélez, da Linterna Verde, grupo interdisciplinar que estudou a percepção cidadão sobre o assunto na Colômbia. “Como a vacina também é um problema de confiança, a mesma falta de transparência pode prejudicar o processo”, alerta. 

Na Venezuela, Nicolás Maduro planeja iniciar uma vacinação massiva contra a covid-19 a partir de abril e garantiu a imunização de pelo menos 10 milhões de pessoas. O governo venezuelano optou pelo produto desenvolvido por seus aliados russos, a Sputnik V, da qual foram trazidas doses de teste para 2.000 voluntários venezuelanos em outubro. Assim, a Venezuela foi o primeiro país da América Latina a testar este medicamento, questionado no mundo científico pela falta de transparência e inconsistência nos dados das duas primeiras fases de desenvolvimento do Centro Nacional Gamaleya publicados na revista científica The lancetOs resultados desta fase não são conhecidos nem a quem foram aplicados.   

A Venezuela indicou que não só vacinará, mas também participará de sua fabricação em uma fábrica em Caracas. A geopolítica da saúde de Maduro, diplomaticamente rodeado pela crise política do país, contou também com os seus outros parceiros, os chineses, que durante a pandemia lhe forneceram os poucos testes rápidos e moleculares que o país conseguiu realizar, que chega a dezembro com mais de 100 mil casos confirmados em apenas dois laboratórios autorizados para diagnóstico e mais de 900 óbitos. Apesar do presidente estar otimista com a chegada das vacinas russas, o calendário básico de imunização está em suspenso. O país ficou de fora do programa Clovex devido às dívidas que acumulou com a organização, de 11 milhões de dólares desde 2017. Isso pode ser um obstáculo a mais para obter linhas de crédito para adquirir as vacinas contra o covid-19.

O Governo do Equador garante que começará a vacinar os profissionais de saúde que estão na linha de frente e os idosos que vivem em asilos a partir de janeiro. De acordo com o planejamento do ministro da Saúde, Juan Carlos Zevallos, a distribuição em massa de vacinas para o restante da população só começará em março. “Em várias cidades do país, entre 22% e 44% da população já foi infectada. Isso seria um em cada três cidadãos «, disse o chefe da pasta, que mais tarde esclareceu que não há evidências de que aqueles que tomaram covid-19 devam receber a vacina. As primeiras 50 mil doses que chegarão ao país andino serão da farmacêutica Pfizer e BioNTech. Mas não serão as únicas, segundo a versão oficial, já que 20 milhões de dólares foram adiantados para garantir o acesso a 18 milhões de doses. No total, eles prevêem um gasto com vacinação de 200 milhões de dólares. As autoridades também garantiram que já foram realizadas conversas com quatro distribuidores para ter acesso à vacina: da Covax, da OMS, da AstraZeneca da Moderna e Covaxx.  

O Peru adquiriu as primeiras vacinas da Pfizer-BioNtech e aguarda a entrega – no final de dezembro ou janeiro – de um primeiro lote para administrar duas doses a 25 mil pessoas em março ou abril, informou a ministra da Saúde, Pilar Mazzetti, a uma comissão do Congresso nesta terça-feira. No total, a compra do consórcio britânico chega a 9,9 milhões de doses, das quais 5,7 milhões chegarão no primeiro semestre de 2021. Além disso, o governo peruano negocia a compra de mais 26,8 milhões de doses com Gamaleya, Covaxx, Astra Zeneca, Janssen e Sinopharma – as duas últimas realizam ensaios clínicos de fase 3 no país sul-americano. 

Segundo o presidente Francisco Sagasti, as primeiras doses serão para agentes de saúde, policiais, militares e bombeiros da linha de frente. Por sua vez, Mazzetti indicou que a imunização será gratuita para a população em geral e que poderá ser realizada nos locais de votação das eleições gerais – escolas e universidades – embora não durante as eleições, marcadas para abril, mas em outras datas. 

Uma lei do Congresso também garante que o acesso à imunização contra o novo coronavírus será «gratuita e voluntária» nas unidades de saúde públicas. Segundo levantamento urbano nacional da Ipsos realizado em agosto, 75% dos peruanos desejam se vacinar. No entanto, há alguns meses, ocorrem campanhas de desinformação contra a vacina no país. Entre os setores que se opõem estão grupos neoconservadores, defensores do dióxido de cloro e parlamentares dos grupos políticos Podemos Peru e Unión por el Perú, que em novembro promoveram deixar a presidência vaga e apoiaram o governo interino de Manuel Merino.

A Bolívia é um dos países que terão acesso prioritário e gratuito ao plano Covax, mas no momento outros acordos são desconhecidos. No mês passado, o ministro da Saúde, Edgar Pozo, disse que havia desenvolvido «contatos frutíferos» com organizações internacionais para aplicar a vacina contra o novo coronavírus gratuitamente no primeiro trimestre de 2021 e que profissionais de saúde e grupos vulneráveis ​​teriam prioridade. Além disso, ele garantiu que o país tinha «duas a três alternativas interessantes», incluindo Oxford e a Sputnik V. da Rússia 

Brasil

No Brasil, há uma intensa batalha política em torno da contratação e aprovação de vacinas contra o covid-19. O país, especialista em campanhas de imunização, pode ficar para trás na corrida global, à medida que os políticos competem pelos louros da vacina que escolheram patrocinar. O Governo Federal fechou acordos para comprar cerca de 300 milhões de doses em 2021. A maior parte vem da grande aposta do presidente Bolsonaro: a vacina AstraZeneca, da qual o governo espera adquirir 260 milhões de doses no próximo ano . Outros 40 milhões de doses viriam pela Covax. Mas o Brasil não planeja iniciar seu plano de vacinação até março. A previsão é que as primeiras 15 milhões de doses do AstraZeneca cheguem ao país em janeiro, mas seu processo de autorização pode levar 60 dias.  

Esse atraso na distribuição da vacina provocou reações de políticos e especialistas da oposição. O governador de São Paulo, João Doria, já tem um acordo de transferência de tecnologia e aquisição de dose com a Coronavac , a vacina do laboratório chinês Sinovac, cujo plano de distribuição foi anunciado nesta terça-feira, mas que foi rejeitado publicamente pelo presidente Bolsonaro, adversário do governador de São Paulo. Embora o medicamento ainda não seja registrado, Doria anunciou que iniciará a campanha em janeiro. O objetivo é imunizar 9 milhões de pessoas, mas precisa de pelo menos uma autorização especial da Agência Nacional de Saúde (Anvisa), onde Bolsonaro tem cada vez mais aliados colocados em posições estratégicas. 

Outros governadores têm pressionado o presidente para que a disputa política não cause mais atrasos na campanha de vacinação, eles já tentaram comprar as doses por conta própria e um até foram ao Supremo Tribunal Federal para pedir autorização para a vacina, caso a Anvisa recuse fazer isso. Diante da pressão, o ministro da Saúde, Eduardo Pazuello, anunciou terça-feira que o país está negociando a compra de mais 70 milhões de doses da vacina desenvolvida pela Pfizer. Destes, 8,5 milhões poderiam chegar no primeiro semestre. Essa vacina havia sido descartada originalmente por necessitar de freezers que o sistema de saúde brasileiro não possui, mas o governo afirma estar trabalhando na aquisição de geladeiras, seringas e agulhas. No entanto, o governante insistiu na previsão de 60 dias para aprovação dos medicamentos, para que a campanha nacional só começasse depois de fevereiro.

Cone Sul

 A Argentina obteve 47 milhões de doses de vacinas contra covid-19 (22 milhões compradas da AstraZeneca e 25 milhões do Sputnik V do Instituto Gamaleya), o suficiente para imunizar 60% de sua população. O governo Alberto Fernández também está em negociações com a Pfizer e a Janssen, duas empresas que já realizam ensaios clínicos no país sul-americano, a primeira desde agosto e a segunda desde novembro. 

Nesta quinta-feira, o presidente anunciou a assinatura de um acordo com a Rússia pelo qual prevê que 300 mil pessoas sejam vacinadas até o final do ano e outras 10 milhões entre janeiro e fevereiro. Para dar confiança à população, Fernández disse que será o primeiro a receber a imunização Sputnik V no país.

Além disso, em agosto passado, a AstraZeneca e a Universidade de Oxford anunciaram um acordo com a Casa Rosada para produzir o ingrediente ativo de sua vacina no laboratório argentino mAbxience, uma etapa anterior ao seu acondicionamento no México e à distribuição das doses na América Latina. As entregas devem começar no início do próximo ano. O executivo anunciou dias atrás o início de um plano de vacinação para grupos de risco durante a primeira quinzena de janeiro. Alberto Fernández disse que espera que cerca de 10 milhões de pessoas sejam vacinadas até março, para uma população total de 44 milhões.

O Chile pretende iniciar a vacinação contra a covid-19 no primeiro semestre de 2021, conforme anunciado pelo presidente, Sebastián Piñera, no marco de um plano que inclui a imunização de 15,2 milhões de pessoas. Por volta do Natal, chegarão as primeiras 25.000 doses do laboratório norte-americano Pfizer, que enviará outras 25.000 doses em um futuro próximo. Além disso, antes de 15 de janeiro chegarão mais 2 milhões de doses do laboratório chinês Sinovak. No total, serão pouco mais de 2 milhões de vacinas em fase inicial, que serão voluntárias e gratuitas. Haverá três grupos prioritários: trabalhadores da saúde, transporte e Forças Armadas e aplicação da lei.

“Fizemos acordos ou assinamos contratos com vários laboratórios, entre os mais promissores do mundo, como Pfizer, Sinovac, Johnson & Johnson, AstraZeneca e outros. Além disso, há meses fazemos parte da Covax”, explicou Piñera, que no sábado foi flagrado em uma praia compartilhando com outras pessoas sem máscara e, diante da polêmica, optou por se apresentar na Justiça. Se o plano de vacinação funcionar de acordo com o que é previsto pelo Governo, no primeiro trimestre de 2021 serão 5,8 milhões de vacinados. São números que alimentam a esperança de um país que não conseguiu controlar a pandemia e cujos números de contágio obrigaram as autoridades a apertar as medidas. A partir de quinta-feira, toda a capital voltará à quarentena nos finais de semana e as viagens a outras regiões serão proibidas para os habitantes de Santiago do Chile.

Dificuldades de armazenamento e distribuição

O fato de que algumas vacinas de RNA mensageiro, um fragmento do código genético do vírus, devam ser armazenadas e distribuídas abaixo de 70 graus Celsius, como a Pfizer-BioNTech, significa que as pessoas nem sempre irão diretamente ao médico e vacinar, mas terão que ser construídos centros de vacinação com megacongeladores, como já está sendo feito na Alemanha, por exemplo. Algo que, em países com menos recursos, como a Índia, ou outros da Ásia, países africanos e da América Latina, não será tarefa fácil. Onde faltam instrumentos de financiamento e onde o acesso à população é difícil, serão necessários gestos concretos de solidariedade internacional, segundo a OMS, que estima que vacinar 20% da população latino-americana e caribenha custaria mais de 1.000 milhões de Dólares. 

Para este caso, o setor de transporte aéreo se preparou para o transporte da vacina, sendo que a distribuição dependerá de onde forem fabricadas, podendo ser combinada sua transferência por avião com a parte rodoviária, dependendo dos destinos. O mais importante «será garantir a conectividade aérea», já que grande parte da mercadoria é movimentada nos porões dos aviões de passageiros, Javier Gándara, presidente da ALA, Associação de Companhias Aéreas, que inclui cerca de 80 empresas a operar em Espanha. 

Para a Iata, agência internacional de transporte aéreo, o maior desafio é a disponibilização de depósitos com temperatura controlada, a colaboração entre as partes envolvidas, a conectividade e a segurança desses produtos.

A América Latina enfrentará um grande desafio para garantir a imunidade de sua população contra a Covid-19. A logística e as decisões governamentais serão essenciais para gerar a equidade necessária para que pessoas com recursos limitados possam ser vacinadas na região mais desigual do mundo.

Fonte principal: https://elpais.com 

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The race to acquire, distribute and apply the vaccine against Covid-19 has begun, and several developed countries have already granted emergency authorization to start vaccination. In Latin America this process could take a little longer due to economic, logistical and social difficulties; although most states in the region are part of the COVAX mechanism, which will allow an efficient and equitable supply of vaccines, and countries like Chile have already made advance purchases.

On Friday, December 11, the health authorities of the United States and Mexico granted an emergency authorization to the Pfizer-BioNTech vaccine against COVID-19. Both nations joined the United Kingdom, Bahrain, Canada, Saudi Arabia in approving this vaccine against COVID-19 and will begin applying it in the next few hours, according to their respective governments.

As reported by the newspaper El Espectador, the outlook in Africa and Latin America is different: countries with heavily battered economies, with large differences, tropical climates and isolated populations, where enormous efforts are made to buy the doses they can to begin immunizing their population, one of the most affected by the coronavirus pandemic in the world.

To ensure the immunization of more than 630 million Latin Americans, most governments are part of the Covax initiative, a common fund made up of 172 developing nations seeking access to vaccines. However, the mechanism falls short, as it will only cover 20% of the population in developing countries by the end of 2021, while rich countries will be able to take 50% of world production, according to a study by the Global Health Innovation Centre at Duke University in the US. USA.

Duke also listed the countries that have secured the most vaccine supplies so far: first is India, with 1.6 billion; followed by the European Union, with 1.425 billion doses; the United States, with 1.01 billion, and follows the the Covax initiative, with 700 million.

COVAX

The Tool Access Accelerator against COVID-19 (ACT) is a global collaboration project that was launched in late April 2020, bringing together governments, health organizations, scientists, businesses, civil society organizations and philanthropists, to accelerate the end of the pandemic through the development and equitable allocation of the diagnostic tests, vaccines and treatments the world needs. The Accelerator consists of four pillars of work: diagnosis, treatment, immunization and the strengthening of health systems.

The Global Access Mechanism for COVID-19 vaccines, also known as COVAX, the mechanism is led by the Coalition for Innovations in Epidemic Preparedness (CEPI); the Alliance for Vaccines (GAVI) and the World Health Organization (WHO).

The main goal of COVAX will be to create a broad, diverse and actively managed portfolio of candidate vaccines against COVID-19 to maximize the likelihood of success of several candidates, so that the best vaccines are finally available and that the supply is sufficient and equitable for the groups that have the highest priority worldwide.

Advance purchase plan in LatAm

The Spanish newspaper El País, in a full report, highlights that in COVAX the poorest nations have a kind of access or advance purchase commitment (AMC) financed by development funds. But everyone is free to purchase dosage packages on their own.

In Latin America, more and more countries are embarking on these bilateral purchases. The largest and highest-income countries in the region also understand that COVAX will benefit mainly those with lower resources. Because of this, and because political pressure acts by comparison (each government perhaps feels that its management during the pandemic will now be measured in available doses per head), the market is accelerating. These are the vaccine purchase plans, country by country:

According to the data analyzed by EL PAÍS, Chile is the country with the largest pre-purchased stock of vaccines, but three quarters of them are from the Chinese Sinovac, with no evidence of effectiveness to date. For their part, Ecuador and Mexico, the country with a more diverse shopping portfolio, include agreements with two of the most promising firms currently (Oxford with AstraZeneca and Pfizer). In Argentina, Brazil and Venezuela mainly bet on Gamaleya’s Russian project Sputnik V, which has announced a very high effectiveness, but at the same time raises doubts in the scientific community about the lack of transparency of the process. Meanwhile, in countries such as Bolivia, El Salvador, Haiti, Honduras, Nicaragua and several Caribbean islands will receive doses of Covax since, according to the Pan American Health Organization (PAHO), ‘under economic criteria they are the poorest countries or because, because of their small population, they have more difficulty of access’.

Mexico

By Elias Camhaji

Mexico has plans to purchase 198 million vaccines, although this month it will only receive 250,000 doses of Pfizer. The initial goal was to immunize 2.6 million people in a first wave of vaccination between December and January, but the flow will take longer, with shipments of 1 million doses per month during the first quarter of 2021. As announced on Tuesday by the Undersecretary of Health, Hugo López Gatell, the medicine will be initially applied in two areas, Mexico City and the State of Coahuila, in the north of the country, and its distribution will be in charge of the Armed Forces. For his part, the president, Andrés Manuel López Obrador, has promised that the vaccine will be free and universal for the 127 million inhabitants.

The Pfizer prototype is expected to be approved in the middle of this month, a few days after US regulators authorize it, and CanSino’s Chinese vaccine is also expected to be approved in the coming weeks. The vaccination plan consists of five phases: the first, which will begin this month and will last until February, will be aimed at the first-line health workers fighting against covid-19. The second stage (from February to April) will benefit other health workers who do not deal directly with the pandemic, those over 60 and those with chronic diseases such as diabetes, hypertension or obesity. The third stage, from April to May, will include those aged over 50; the fourth, from May to June, those aged between 40 and 49, and the last, from June 2021 to March 2022, the rest of the population will be vaccinated.

If the first doses given will be those of Pfizer, as the months go by the challenge will be to administer a portfolio that includes four different prototypes. Mexico negotiated in October to purchase up to 34.4 million doses of Pfizer; 77.4 million from Oxford and AstraZeneca; 35 million from CanSino; and 51.5 million through the Covax initiative, which will provide access to the most expensive vaccine available from Moderna. Russia wants to send the country up to 32 million doses, although no formal talks have been held to buy them. In addition, Jansen has already started phase 3 trials in Mexico, while Novavax and Curevac are in the process with the US country as well.

The government’s initial hopes were for the Oxford and AstraZeneca vaccine, with which it signed an agreement in August to produce and distribute to other countries up to 250 million doses, in partnership with Argentina and the foundation of the magnate Carlos Slim. López Obrador has said that 20,000 million pesos (about 1,000 million dollars) will be allocated, although if the country concretizes the purchase of the 198 million doses, the cost will exceed 35,000 million pesos (1,659 million dollars). That difference would be settled upon completion of monthly payments against delivery in 2021, according to the authorities.

Central America

By Wilfredo Miranda

In Central America, Costa Rica and Panama are the most advanced countries in the search for immunity against the pandemic. The government of Costa Rican Carlos Alvarado signed a manufacturing contract for the covid-19 vaccine with Pfizer and BioNTech. The supply of this vaccine is expected to be three million doses, which would protect one and a half million of the country’s 4.9 million people. Meanwhile, Panamanian Laurentino Cortizo announced in November an agreement with Pfizer for the purchase of 4 million doses of vaccine for the country of 4.2 million inhabitants. The vaccines, for which $48 million was spent, will immunize two million people, as each patient requires two doses.

In El Salvador, President Nayib Bukele announced an agreement with AstraZeneca for the purchase of two million doses of a covid-19 vaccine starting in the first half of 2021. ‘We have already concluded the agreement for the supply of the first 2 million doses of vaccine for the covid-19 of AstraZeneca and Oxford University,’ Bukele announced on his Twitter account. In statements to the media, the president assured that his government will acquire four different types of vaccines against covid-19 but said he could not reveal the names of the other three pharmaceutical companies. According to him, vaccination will be ‘free, universal and voluntary’ for the 6.4 million Salvadorans.

Guatemala, the most populous country in the region, with more than 17 million inhabitants, is guaranteed 3.3 million vaccines thanks to the Covax mechanism. In the coming weeks, the government of Alejandro Giammattei plans to announce a preliminary plan of how vaccination will be distributed and managed in the country.

For their part, Honduras and Nicaragua, considered the two poorest countries in the region, do not have a clear plan to obtain the antidote against coronavirus, but focus their hopes on the international community to subsidize them. Until today, the main bet of Central America, recently severely hit by hurricanes Eta and Iota, is the proposal of the World Health Organization (WHO) of the Covax initiative. In Nicaragua, the nebula over vaccines is greater, due to the natural secrecy of the regime of Daniel Ortega and Rosario Murillo.

Although the possibility of Russia sending its Sputnik V vaccine has been considered due to the political proximity of Managua and Moscow, giving priority to health workers, chronic patients and older adults, the official information is confusing. Iván Acosta, the Finance Minister of the Sandinista government reported last week that they had 107 million dollars to purchase the coronavirus vaccine from the Inter-American Development Bank (IDB) and the Central American Bank for Economic Integration (BCIE), but the director of the second organization assured that Nicaragua has not requested funding in this regard. The only countries to do so have so far been Honduras and Guatemala. In turn, Vice President Rosario Murillo reported on a meeting with a PAHO team that discussed the progress of four vaccines but did not give details of whether there were any agreements or when they could reach the country.

Andean region

By Santiago Torrado, Florantonia Singer, Sara España and Jacqueline Fowks

In Colombia, the authorities have chosen to combine a multilateral and several bilateral strategies, from which the details have not gone into detail, to seek immunization. The country of about 50 million inhabitants is part of the Covax, a mechanism by which it has insured vaccines for ten million people, planned for the second half of 2021. In addition, it holds bilateral negotiations, under confidentiality agreements, with six pharmaceutical companies in phase three of development -Pfizer, AstraZeneca, Janssen, Sinopharm, CanSino and the Serum Institute of India-.  In these cases, they expect to get an additional five million by the first half of 2021, thus completing the first phase of vaccination against covid-19. ‘We cannot confirm the number we are negotiating with any company. The target is 15 million and we already have vaccines for 10 million, ‘Minister of Health and Social Protection Fernando Ruiz Gómez said last week. A resolution from the Ministry of Finance leaked by the press revealed that the government is willing to buy some 123 million dollars to buy ten million doses of the vaccine developed by Pfizer and BioNtech -which correspond to five million people, by the need for a double dose-.

The Colombian plan gives priority in this first phase to health workers (about 813,000), those over 60 years of age (6.8 million) and people with comorbidities such as hypertension, diabetes and heart disease, among others (6.7 million). The vaccine will be free, according to the bill that has already passed through Congress. One of the most criticized aspects was that pharmaceutical companies will be exempted from compensation payments due to adverse effects of the vaccine. The country has a solid vaccination record, without major adverse movements, but the chains of disinformation promoted through social networks can raise mistrust against pharmaceutical companies, says Cristina Vélez,            of Linterna Verde, an interdisciplinary group that has studied citizen perception on the subject in Colombia. ‘As the vaccine is also a trust issue, the same lack of transparency can damage the process,’ he warns.

In Venezuela, Nicolás Maduro plans to start a massive vaccination against covid-19 starting in April and has ensured the immunization of at least 10 million people. The Venezuelan government has opted for the product developed by its Russian allies, the Sputnik V, from which were brought in October test doses for 2,000 Venezuelan volunteers. Thus, Venezuela was the first country in Latin America to test this medicine questioned in the scientific world due to the lack of transparency and inconsistency in the data of the first two phases of the development of the Gamaleya National Center published in the scientific journal The lancet. The results of this phase and those who applied them are not known.

Venezuela has indicated that it will not only vaccinate but also participate in its manufacture in a plant in Caracas. In Maduro’s health geopolitics, diplomatically surrounded by the country’s political crisis, he has also relied on his other partners, the Chinese, who during the pandemic have provided him with the few rapid and molecular tests that the country has been able to carry out, which reaches December on the 100,000 cases confirmed in only two laboratories authorized for diagnosis and more than 900 deaths. Although the president has been optimistic with the arrival of Russian vaccines, the basic immunization schedule is on the rise. The country was left out of the Clovex program due to the debts it accumulates with the agency, 11 million dollars since 2017. This could be an additional stumbling block to obtaining credit lines for acquiring covid-19 vaccines.

The Government of Ecuador assures that it will begin to vaccinate from January the health workers who are on the front line and the elderly people who live in shelters. According to the planning of the Minister of Health, Juan Carlos Zevallos, the mass distribution of vaccines for the rest of the population will not begin until March. ‘ In several cities of the country, between 22% and 44% of the population has already been infected; this would be one in three citizens, ‘said the holder of the portfolio, who later added that there is no evidence that those who have had covid-19 should receive the vaccine. The first 50,000 doses that will reach the Andean country will be from pharmaceutical company Pfizer and BioNTech. But they will not be the only ones, according to the official version, since 20 million dollars have already been advanced as an advance to ensure access to 18 million doses. In total, they predict a vaccination spending of $200 million. The authorities have also assured that talks have been held with four distributors to access the vaccine: from Covax, from the WHO, to AstraZeneca to Moderna and Covaxx.

Peru has acquired the first vaccines from Pfizer-BioNtech and expects the delivery of a first batch in late December or January to deliver two doses to 25,000 people in March or April, Health Minister Pilar Mazzetti told a congressional commission on Tuesday. In total, the purchase from the British consortium amounts to 9.9 million doses, of which 5.7 million will arrive in the first half of 2021. In addition, the Peruvian government is negotiating the purchase of another 26.8 million doses with Gamaleya, Covaxx, Astra Zeneca, Janssen and Sinopharma -the latter two conducting phase 3 clinical trials in the South American country-.

According to President Francisco Sagasti, the first doses will be for front-line health personnel, police, military and firefighters. For his part, Mazzetti has indicated that immunization will be free for the general population and that it could be carried out in the polling places of the general elections -schools and universities- although not during the elections, scheduled for April, but on other dates. An Act of Congress also guarantees that access to immunization against the new coronavirus will be ‘free and voluntary’ in public health facilities. According to a national urban survey of Ipsos conducted in August, 75% of Peruvians are willing to get vaccinated. However, for a couple of months there have been disinformation campaigns against the vaccine in the country. Among the sectors that oppose are neo-conservative groups, supporters of chlorine dioxide and members of Congress of the political groups Podemos Peru and Union for Peru, who promoted in November to vacate the presidency and supported the interim government of Manuel Merino.

Bolivia is one of the countries that will have priority and free access to the Covax plan, but for the moment other agreements are unknown. Last month, Health Minister Edgar Pozo said he had developed ‘fruitful contacts’ with international organizations to implement the vaccine against the new coronavirus free of charge in the first quarter of 2021 and that health workers and vulnerable groups would have priority. In addition, he said the country had ‘two to three interesting alternatives’, including Oxford and Russian Sputnik V.

Brazil

By Beatriz Jucá

In Brazil, there is an intense political battle around the recruitment and approval of covid-19 vaccines. The country, an expert in immunization campaigns, may lag in the global race as politicians compete for the vaccine laurels they have decided to sponsor. The Federal Government closed deals to buy about 300 million doses by 2021. Most of them come from the great bet of President Bolsonaro: AstraZeneca’s vaccine, from which the Government expects to acquire 260 million doses over the next year. Another 40 million doses would come through Covax. But Brazil does not plan to start its vaccination plan until March.  The first 15 million doses of AstraZeneca are expected to arrive in the country in January, but its authorization process could take 60 days.

This delay in the distribution of the vaccine has provoked reactions from opposition politicians and experts. The governor of São Paulo, João Doria, already has a technology transfer and dose acquisition agreement with Coronavac, the vaccine of the Chinese laboratory Sinovac, whose distribution plan was announced this Tuesday, but which has been publicly rejected by President Bolsonaro, an opponent of the governor of São Paulo. Although the drug is not yet registered, Doria announced that she will start the campaign in January. It aims to immunize 9 million people, but it needs at least a special authorization from the Brazilian health agency (Anvisa), where Bolsonaro has placed more and more allies in strategic positions.

Other governors have pressured the president so that the political dispute does not cause further delays in the vaccination campaign, have tried to buy doses on their own and one even went to the Supreme Court to request authorization for the vaccine, in case Anvisa refuses to do so. Under pressure, Health Minister Eduardo Pazuello announced on Tuesday that the country is negotiating the purchase of another 70 million doses of the vaccine developed by Pfizer. Of these, 8.5 million could arrive in the first semester. That vaccine had originally been discarded because it needs ultra-freezers that the Brazilian health system does not have, but the government claims to be working on the acquisition of refrigerators, syringes and needles. However, the official insisted on the 60-day forecast for drug approval, so the national campaign would not begin until after February.

Southern cone

By Federico Rivas Molina and Rocío Montes

Argentina has obtained 47 million doses of vaccine against covid-19 (22 million purchased from AstraZeneca and 25 million from Sputnik V from the Gamaleya Institute), enough to immunize 60% of its population. The Government of Alberto Fernández is also negotiating with Pfizer and Janssen, two companies that are already conducting clinical trials in the South American country, the first since August and the second since November.

On Thursday, the president announced the signing of an agreement with Russia that expects 300,000 people to be vaccinated by the end of the year and another 10 million between January and February. To give confidence to the population, Fernandez said he will be the first to receive Sputnik V immunization in the country.

In addition, last August, AstraZeneca and the University of Oxford announced an agreement with the Casa Rosada to produce in the Argentine laboratory mAbxience the active principle of its vaccine, a step prior to its packaging in Mexico and the distribution of doses in Latin America. Deliveries are expected to begin early next year. The Executive announced days ago the start of a vaccination plan for risk groups during the first half of January. Alberto Fernandez said he hoped that by March some 10 million people would be vaccinated, for a total population of 44 million.

Chile intends to begin vaccination against covid-19 in the first half of 2021, according to President Sebastián Piñera, in the framework of a plan that contemplates the immunization of 15.2 million people. Around Christmas the first 25,000 doses of the American laboratory Pfizer will arrive, which would bring in another 25,000 doses immediately. In addition, another 2 million doses from the Chinese laboratory Sinovak will arrive before January 15. In total, there will be just over 2 million vaccines in the initial stage, which will be voluntary and free. There will be three priority groups: health workers, transport workers, and the armed forces and law enforcement.

‘We have reached agreements or signed contracts with many laboratories, among the most promising in the world such as Pfizer, Sinovac, Johnson & Johnson, AstraZeneca and others. In addition, we have been part of Covax for months now, ‘explained Piñera, who was caught on a beach on Saturday sharing with other people without wearing a mask and, in the face of controversy, chose to declare himself in court. If the vaccination plan works as planned by the Government, 5.8 million people will be vaccinated by the first quarter of 2021. These are figures that fuel hope in a country that has failed to control the pandemic and whose contagion figures have forced the authorities to tighten measures.

From Thursday, the entire capital will be quarantined on weekends and travel to other regions will be prohibited for the inhabitants of Santiago de Chile.

Storage and distribution difficulties

The fact that some messenger RNA vaccines, a fragment of the virus’s genetic code, must be stored and distributed at less than 70 degrees Celsius, such as Pfizer-BioNTech, will make it difficult for people to go directly to the doctor and get vaccinated, but vaccination centers with mega-freezers will have to be built, as is already being done in Germany, for example. Something that, in countries with fewer resources, such as India, or others in Asia, Africa and Latin America, will not be an easy task. Where funding instruments are lacking and access to the population is difficult, concrete gestures of international solidarity will be needed, according to the WHO, which estimates that vaccinating 20% of the Latin American and Caribbean population would cost more than $1 billion.

For this case, the air transport sector has been prepared for the transport of the vaccine, and distribution will depend on where the vaccine is manufactured, and it will be possible to combine its transport by plane with part on the road, depending on the destinations. The most important ‘will be to guarantee air connectivity’, as a large part of the merchandise is transported in the warehouses of passenger aircraft, comments to the World, Javier Gándara, president of ALA, the Association of Airlines, covering some 80 companies operating in Spain.

For Iata, the international air transport agency, the biggest challenge is to have temperature-controlled storage facilities available, collaboration between the parties involved, connectivity and the security of these products.

Latin America will face a major challenge to guarantee the immunity of its population against Covid-19. Logistics and government decisions will be critical to generating the equity that is required for low-income people to be vaccinated in the world’s most unequal region.

Main source: https://elpais.com

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