Sostenibilidad – ASG            

La pandemia ocasionada por el Covid-19 en 2020, no solo generó un impacto en la cotidianidad del ser humano, sino que evidenció la necesidad de aplicar diferentes conceptos que permitan alcanzar una sostenibilidad ambiental, social y económica. En la pasada década se lograron establecer dos lineamientos que entregan un horizonte al respecto:

  1. Objetivos de Desarrollo Sostenible: El 25 de septiembre de 2015, los estados miembros de las Naciones Unidas, adoptaron un conjunto de objetivos globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible.
  2. Acuerdo de París: el 12 de diciembre de 2015 y dentro de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático se logró un acuerdo histórico para combatir el cambio climático y acelerar e intensificar las acciones e inversiones necesarias para un futuro sostenible con bajas emisiones de carbono.

Con el fin de cumplir con estos objetivos de sostenibilidad, en el sector corporativo se ha venido fortaleciendo la aplicación de los criterios ASG (factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo) o en inglés ESG (Environmental, social and corporate governance). Aunque su origen se remonta a varias décadas atrás, en los últimos años se han convertido en la referencia de la inversión socialmente responsable (ISR).

Los consumidores e inversores, cada vez se preocupan más por adquirir productos o servicios sostenibles. Es por esto que las compañías en aras de atraer más clientes y de aportar a una economía socialmente responsable, han establecido en el Foro de Davos lo siguiente: 1) el manifiesto por la sostenibilidad y la economía inclusiva, que reconoce que el propósito de las empresas es colaborar con todas las partes interesadas en la creación de valor compartido y sostenido; 2)  publicación de métricas ASG, midiendo el capitalismo de las partes interesadas: Hacia métricas comunes e informes coherentes de creación de valor sostenible, adoptado por 61 empresas miembros de este foro y del grupo de primeros ejecutivos que forman parte de su Consejo de Negocios Internacionales (IBC, ‘International Business Council’)[1].

El sector asegurador no es ajeno a estos factores y esto se evidencia en la publicación en 2020 de la primera guía ASG para la industria global de seguros, desarrollada por la Iniciativa de los Principios para la Sostenibilidad en Seguros del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y titulada “Gestión de riesgos ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) en el negocio de seguros generales”.

 Uno de los objetivos de la guía es proporcionar orientación opcional a la industria aseguradora en el desarrollo de enfoques para evaluar los riesgos ASG en las transacciones comerciales de seguros generales, en particular los negocios de seguros industriales y comerciales; así como demostrar el valioso rol que tiene la industria aseguradora en la economía global y en la sociedad, y fortalecer la contribución de la industria al desarrollo sostenible.

La aplicación de estos conceptos en Latinoamérica se materializa de diferentes maneras. Por ejemplo, la Federación de Aseguradores Colombianos – Fasecolda, cuenta con el sistema de información de sostenibilidad, donde se pueden encontrar diferentes estadísticas como el número de compañías que se han adherido a iniciativas internacionales. Diferentes Asociaciones en la región destacan en sus informes el compromiso de las compañías aseguradoras en implementar los factores ASG.

Por su parte, Mapfre al igual que otras compañías destaca que la integración de los factores ASG, junto con los riesgos tradicionales de la actividad aseguradora, la realizan de forma natural en los procesos de gestión y control internos. Por ejemplo, para la suscripción de riesgos globales la compañía ha desarrollado un modelo interno de evaluación que considera en la toma de decisiones la exposición al riesgo de una empresa con la exposición al riesgo de los países y sectores en los que la empresa ha estado expuesta y el análisis del riesgo reputacional para así implementar el análisis de los factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo.

Por otro lado, compañías como Sura, Chubb y otras más, han incluido dentro su portafolio los seguros ambientales. Los seguros de responsabilidad ambiental son una gran solución para empresas de diferentes rubros, ya que cubren las brechas de cobertura que tienen los seguros tradicionales. Este tipo de seguros no solo ofrecen coberturas dedicadas a condiciones de contaminación tales como: costos de limpieza, remediación, daños a recursos naturales, defensa legal, transporte contingente de desechos y daños a la propiedad, entre otras, sino que también los textos han sido diseñados en consideración a los preceptos de las leyes ambientales.     

En términos de la reducción de emisiones de carbono del sector marítimo, cabe destacar las diferentes iniciativas que en los últimos años han surgido como lo es la Coalición “Llegando a Cero”. Esta busca acelerar la descarbonización del transporte marítimo con el desarrollo y despliegue en alta mar de embarcaciones cero emisiones y comercialmente viables para 2030. Esta alianza cuenta con más de 150 empresas de los sectores marítimo, energético, de infraestructura y financiero, con el apoyo de diferentes gobiernos y organizaciones intergubernamentales.

Esta iniciativa busca responder a la meta propuesta por la Organización Marítima Internacional – OMI, de reducir en un 50% para 2050 las emisiones contaminantes emitidas por los diferentes buques que transportan por vía marítima el 80% del comercio internacional. La descarbonización del transporte marítimo puede ser el motor que impulse el desarrollo ecológico en todo el mundo. Los nuevos combustibles marítimos, derivados de abundantes recursos renovables sin explotar, también podrían aportar importantes beneficios para el desarrollo.

Así lo destaca las Naciones Unidas a través de su secretario general António Guterres, quien manifiesta que “los gobiernos y la OMI deben seguir colaborando para apoyar la descarbonización del transporte marítimo y la mejora de la eficiencia energética; además, deben facilitar el transporte marítimo mediante una mayor digitalización que incluya los servicios portuarios. También deben asegurar la sostenibilidad y la protección de la fuerza de trabajo, prestando particular atención a la diversidad”[2].

La sostenibilidad e inversión responsable se han convertido en uno de los pilares del negocio asegurador y marítimo. Las diferentes compañías han entendido las necesidades de los clientes que buscan adquirir productos y servicios que promuevan el cuidado del medio ambiente y la responsabilidad social empresarial. En principio los resultados serán más visibles en el mediano plazo, pero se deben destacar las iniciativas de las aseguradoras, navieras y diversos actores del sector privado para aportar en el objetivo de lograr la reducción de emisiones contaminantes, el cuidado del medio ambiente y un mundo con desarrollo sostenible. 
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[1] “¿Qué son los criterios ESG (‘environmental, social and governance’) y por qué son importantes para los inversores?”, BBVA: https://www.bbva.com/es/sostenibilidad/que-son-los-criterios-esg-environmental-social-and-governance-y-por-que-son-importantes-para-los-inversores/

[2]El transporte marítimo es crucial para lograr un planeta sostenible”, Naciones Unidas: https://news.un.org/es/story/2020/09/1481142

Este artículo hace parte de la Revista ALSUM #15.


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