[:es]El almacenamiento de cargas está asociado con una gama de riesgos de seguridad y protección. La estiba a largo plazo o temporal de mercancías peligrosas (DG) incluso tiene el potencial de amenazar la vida, el medio ambiente y la propiedad. Los eventos catastróficos en Beirut y Tianjin son ejemplos de ello y fuertes recordatorios de la importancia crucial de las evaluaciones exhaustivas de riesgos de los almacenes de manera regular.

Hace unos días, la Asociación Internacional de Seguros Marítimo – IUMI por sus siglas en inglés, abordó el tema ampliamente en un webinar; en este, Isabelle Therrien, presidenta del Comité de carga de IUMI y vicepresidenta sénior de Falvey Cargo Underwriting, introdujo la sesión indicando que, de acuerdo a los datos recopilados en 25 países sobre las pérdidas importantes de carga, el almacenamiento representó el 32% por número de pérdidas según el modo de transporte (37% en 2018 y 31% en 2019). Cuando el análisis se hace sobre las pérdidas incurridas la estadística para 2020 muestra que el 62% corresponde al almacenamiento (excluyendo las catástrofes naturales representa el 39%).

Estos datos resaltan la cantidad importante de riesgos y pérdidas que sufren las mercancías durante el almacenamiento. A la luz de la ausencia de normas o requisitos internacionales para el manejo y almacenamiento de cargas (peligrosas), el primer panelista: Scott Brown, Jefe de Ingeniería de Riesgos Marítimos en la Oficina Nacional de Carga; presentó los factores clave para evaluar los riesgos de almacenamiento con base en el libro Blanco y lista de chequeo para el almacenamiento (consulta aquí).

Este documento fue desarrollado para generar una respuesta al incremento de número de pérdidas y eventos catastróficos, la falta de estándares adoptados en la industria uniformemente y la no existencia de legislación internacional específica para el almacenamiento en depósitos.

La primera gran recomendación del libro blanco es el cumplimiento de las normas aplicables según sea el caso de la región o país. En segundo lugar, se resalta la importancia de garantizar la integridad de la fuerza laboral a través de capacitaciones, evaluaciones, elementos de seguridad y una adecuada identificación.

Sigue la construcción de los depósitos a través del cumplimiento de los códigos aplicables de construcción, protección para los servicios básicos, adecuada ventilación e iluminación, implementar energía de emergencia que se active al momento de alguna falla y realizar el mantenimiento necesario. Como cuarta recomendación se encuentran los controles operacionales: los sistemas de almacenamiento, equipos para el manejo de la carga, gestión de los palets, prácticas de limpieza y controles a fumar.

Es importante verificar las condiciones de almacenamiento de las mercancías peligrosas, implementado un proceso de aceptación de estas, tener claras las restricciones de almacenamiento y los permisos de ingreso, contar con personal idóneo y dedicado, gestionar adecuadamente el inventario, realizar el adecuado proceso de empaque, marcado, etiquetado y cartelería; saber separar las mercancías peligrosas de sus bienes incompatibles.

Finalmente, el documento destaca que el depósito debe contar con un adecuado sistema de protección contra incendios, un sistema de seguridad para garantizar la integridad de la carga en   todo el proceso de almacenamiento, y la implementación de un plan de respuesta a emergencias a través de personal capacitado.

El segundo panelista Martin Mensch, Cargo Surveyor y Experto en Evaluación de Riesgos de Almacén en Battermann & Tillery Group; hizo énfasis en aquellos riesgos que no son evidentes, destacando el hecho de que si en un depósito no ocurre durante mucho tiempo un incidente no significa la ausencia de peligro.

El primer gran enemigo de las cargas en su almacenamiento es el fuego y el humo, donde se cometen varios errores cuando ocurre la pérdida: 1) poner una fila larga de carga susceptible a incendios, 2) juntar fuentes de ignición junto a mercancías inflamables o peligrosas 3) realizar un erróneo inventario 4) no contar con un plan de atención de emergencias que permita atender el fuego en menos de 20 minutos, lo que aumenta las probabilidades de controlarlo, 4) no separar diferentes cargas de rápida ignición (cartón, mercancías peligrosas), 5) acercar los pallets al sistema eléctrico y 6) no dejar espacio entre la carga y el techo lo que dificulta trabajos de extinción de fuego.

En segundo lugar, se destaca la posibilidad de inundaciones o goteras que afecten la carga almacenada. En este caso se deben evitar los materiales de tuberías que no aguanten el exceso de agua, no dejar en el suelo las mercancías especialmente que contengan algún tipo de papel y hacer mantenimientos para evitar corrosión que no es fácil de detectar.

También es importante dentro de la bodega implementar adecuadamente un sistema de estantes con protección a posibles colisiones o caídas de la carga. Los pasillos con buen espacio reducen el riesgo de contacto, aunque aumenta la velocidad de un viaje potencial.

Finalmente se evidencian las fallas que favorecen los robos en los depósitos: 1) no contar con alarmas que cubran todo el perímetro, 2) no realizar un adecuado cerramiento a las instalaciones, 3) el personal de seguridad no realiza recorridos permanente a la bodega 3) dejar herramientas como escaleras a la mano de los delincuentes, 4) no contar con detectores de movimiento, 5) Los contenedores de residuos colocados junto al edificio de almacenamiento no solo aumentan el riesgo de incendio, también hacen que sea más fácil para los perpetradores obtener acceso al techo y sacar las mercancías sin dañarlas.

Para finalizar el webinar y bajo la moderación de Pascal Dubois, presidente del Comité de prevención de pérdidas de IUMI y director general de CESAM; los panelistas resaltaron la importancia de contar con personal capacitado en los depósitos, realizar inspecciones y mantenimientos adecuados, implementar procesos que garanticen identificar, prevenir y atender posibles siniestros.

Aunque sobre el papel las bodegas de carga cuentan con todo el equipamiento necesario y de última tecnología, se deben realizar inspecciones permanentes que permiten identificar posibles riesgos.

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In this blog, our associate researcher Ivan Huertas makes a summary of the most important lessons about the storage risks, as presented by IUMI in a webinar.

Cargo storage is associated with a wide series of safety and protection risks. The Long term or temporal stowage of dangerous goods (DG) even has the potential to threaten life, the environment, and other properties. The catastrophic events in Beirut and Tianjin are mere examples of it, as well as strong reminders of the crucial importance of exhaustive risk assessment of storage facilities on a regular basis.

Isabelle Therrien, Chair of the IUMI Cargo Committee and Senior VP at Falvey Cargo Underwriting, introduces the sessions by indicating that, according to data from 25 countries on major cargo losses, storage represented around 32% by number of events (37% in 2018 and 31% in 2019). When looking at incurred losses, the data showed that storage represented 62% (excluding natural catastrophes the number goes down to 39%).

This data show the important amount of risks and losses that cargoes face during storage. Regarding the lack of International regulations and requirements for (dangerous) cargo handling and storage, the first panelist, Scott Brown, Chief of Maritime risks engineering at the National Bureau of Cago, presented the key factors to assess the storage risks based on the White book Checklist for storage

Estos datos resaltan la cantidad importante de riesgos y pérdidas que sufren las mercancías durante el almacenamiento. A la luz de la ausencia de normas o requisitos internacionales para el manejo y almacenamiento de cargas (peligrosas), el primer panelista: Scott Brown, Jefe de Ingeniería de Riesgos Marítimos en la Oficina Nacional de Carga; presenta los factores clave para evaluar los riesgos de almacenamiento con base en el libro “Warehousing White Paper checklist”

(to read the paper click here).

This document was developed to create a response to the increasing number of catastrophic events and losses, the want of uniformly adopted standards within the industry and the nonexistent international regulations for warehousing storage. The target audiences are: warehouses owners and workers, the insurance sector, port operators, shipping companies and carriers.

The implementation of this document works for all kind of storage facilities (bulk cargo, refrigerated storage, hubs, among other) emphasizing the importance of prioritizing dangerous goods.

The first big finding of the book is the compliance with applicable regulations in accordance with the region or country. In the second place, it highlights the importance of granting the physical integrity of the work force through trainings, assessment, safety measures and adequate identification of risks.

Afterwards, they mention the construction of storage facilities of applicable codes of building, basic services, adequate ventilation and lighting, implementation of emergency power that activates at the moment of failure and performing necessary maintaining. As fourth recommendation, they propose the operational controls: storage systems, cargo handling equipments, palets management, cleaning practices and smoking control devices.

It is important to verify the storage conditions of dangerous goods, by implementing an acceptance process of those goods, having clear restrictions on storage and access permits, contracting suitable and dedicated staff, managing inventory adequately, implementing adequate packaging, marking, and labeling processes and separating dangerous goods from others.

Finally, the document highlights that storage facilities should have an adequate firefighting system, a safety system for cargo integrity during storage and the implementation of an emergency response plan with qualified staff.

The second panelist, Martin Mensch, Cargo Surveyor, and expert in warehouse risk assessment at Batterman & Tillery Group, emphasizes those risks which are not evident, highlighting the fact that if no incident occurs in a storage facility in a long time, it does not mean absence of danger.

The first big enemy of stored cargoes is fire and smoke, and plenty of mistakes are made during the storage: 1) long lines of stacked merchandise susceptible to fire, 2) placing inflammable goods next to ignition sources, 3) making a wrong inventory, 4) not counting with an emergency plan to allow to fight the fire in less than 20 minutes, which increases the chances to control it, 5) not separating different flammable cargoes (paperboard, dangerous goods), 6) placing pallets next to electrical systems and 6) not leaving spaces between the stocks and the roof, which difficult the fire fighting efforts.

In second place, the possibility of floods and leaks that affect the stocks is remarked. In such case, pipe materials that cannot handle the excess of water must be avoided; do not leave on the ground packages with paper within, and do maintenance to avoid corrosion, which is not easy to detect.

It is also important to adequately implement a system of shelves with protection against collisions or cargo falls. Rows with enough space reduce the risk ok contact, although that increases the time for a potential voyage.

Finally, failures that make thefts easier inside storage facilities are evidenced: 1) not counting with alarms all around the perimeter, 2) not enclosing adequately the facilities, 3) staff not doing proper and permanent rounds within the facilities, 3) leaving tools as stairs to the easy hand of criminals, 4) not counting with movement detectors, 5) containers with waste left aside the storage building not only increase the risk of fire, but also make easier to criminals obtaining access to the roof, enabling them to take out the goods without harming them.

To finish the webinar, and under the moderation of Pascal Dubois, Chair of the IUMI Loss Prevention Committee and General Director at CESAM, the panelists remarked the importance of counting with trained staff in the storage facilities, making surveys and adequate maintenance, implementing procedures to grant identification, prevention, and response to possible accidents.

Although, on the paper, cargo warehouses count with all the necessary equipment, technologically updated, permanent surveys must be done to identify possible risks.

[:pb]

Neste blog, nosso pesquisador associado Iván Huertas Gil analisa as lições mais importantes sobre este tema que foi abordado pela União Internacional de Seguros Marítimos (IUMI) há alguns dias em seu webinar.

O armazenamento de carga está associado a uma série de riscos de segurança e proteção. A estiva de longo prazo ou temporária de mercadorias perigosas (DG) tem até mesmo o potencial de ameaçar vidas, o meio ambiente e a propriedade. Os eventos catastróficos em Beirute e Tianjin são exemplos e fortes lembretes da importância crucial das avaliações regulares e constantes de risco dos armazéns.

Isabelle Therrien, Presidente do Comitê de Carga da IUMI e Vice-Presidente Sênior da Falvey Cargo Underwriting, apresentou a sessão observando que, com base em dados coletados de 25 países sobre grandes perdas de carga, o armazenamento representou 32% no número de perdas de acordo com o modo dos transportes (37% em 2018 e 31% em 2019). Quando a análise é feita sobre as perdas incorridas, as estatísticas de 2020 mostram que 62% correspondem a armazenamento (excluindo catástrofes naturais que representa 39%).

Esses dados destacam o número significativo de riscos e perdas de mercadorias durante o armazenamento. Diante da ausência de padrões ou requisitos internacionais para o manuseio e armazenamento de cargas (perigosas), o primeiro palestrante Scott Brown, Chefe de Engenharia de Risco Marítimo do Escritório Nacional de Cargas, apresentou os principais fatores para avaliar os riscos de armazenamento com base no “Livro Branco” e na lista de verificação para armazenamento (consulte aqui).

Este documento foi desenvolvido como uma resposta ao aumento do número de perdas e eventos catastróficos, à falta de padrões adotados na indústria e à inexistência de uma legislação internacional específica para armazenagem em armazéns ou depósitos. Seu público-alvo são: Proprietários e operadores de armazéns, o setor de seguros, operadores portuários, empresas de navegação e transportadoras.

A implementação deste documento vale para todos os tipos de armazéns (para cargas a granel, frigoríficos, centros de distribuição, entre outros) ressaltando a importância de priorizar mercadorias perigosas.

A primeira grande recomendação do “Livro branco” é a conformidade com os regulamentos aplicáveis, dependendo do caso da região ou país. Em segundo lugar, destaca-se a importância de garantir a integridade da força de trabalho por meio de treinamento, avaliações, elementos de segurança e identificação adequada.

Acompanhar a construção dos armazéns através do cumprimento das normas de construção aplicáveis, proteção dos serviços básicos, ventilação e iluminação adequadas, implementar dispositivos de emergência que são acionados no momento de uma falha e efetuar as manutenções necessárias. Como quarta recomendação estão os controles operacionais: sistemas de armazenamento, equipamentos de movimentação de carga, manejo de paletes, práticas de limpeza e controles de fumo e fumaça.

É importante verificar as condições de armazenamento de mercadorias perigosas, implementar um processo de recebimento para elas, ter clareza sobre as restrições de armazenamento e permissões de entrada, ter pessoal adequado e dedicado, gerenciar adequadamente o estoque, realizar o processo de embalagem adequado, marcação, rotulagem e sinalização; saber separar mercadorias perigosas de suas mercadorias incompatíveis.

Por fim, o documento destaca que os armazéns devem ter um sistema de proteção contra incêndio adequado, um sistema de segurança que garanta a integridade da carga durante todo o processo de armazenagem e que haja a implementação de um plano de resposta a emergências por meio de pessoal treinado.

O segundo palestrante, Martin Mensch, Inspetor de Carga e Especialista em Avaliação de Risco de Armazém do Battermann & Tillery Group, enfatizou os riscos que não são óbvios, destacando o fato de que se um incidente não ocorrer em um armazém por muito tempo, isso não significa que haja ausência de perigo.

O primeiro grande inimigo da carga em seu armazenamento é o fogo e a fumaça, onde vários erros são cometidos quando a perda ocorre:

1) fazer um empilhamento longo com mercadorias suscetíveis ao fogo, 2) ter várias fontes de ignição perto de mercadorias inflamáveis ou perigosas 3) fazer inventários equivocados 4) não ter um plano de atendimento para emergência que permita o controle do incêndio em menos de 20 minutos, o que aumenta as chances de controlá-lo, 4) não separar cargas diferentes que possuem ignição rápida (como papelão, mercadoria perigosa), 5) deixar paletes próximos ao sistema elétrico e 6) não deixar espaços entre a carga e o teto, o que dificulta o controle de incêndios.

Em segundo lugar, destaca-se a possibilidade de inundações ou vazamentos que afetem a carga armazenada. Nesse caso, devem ser evitados materiais de tubulação que não resistam o excesso de água, as mercadorias não devem ser deixadas no chão, principalmente as que contenham algum tipo de papel, e devem ser feitas manutenções para evitar corrosão de difícil detecção.

Também é importante implementar adequadamente, dentro do armazém, um sistema de prateleiras com proteção contra possíveis colisões ou quedas da carga. Corredores com bons tamanhos reduzem o risco de contato, mas aumentam a velocidade de um possível deslocamento.

Por fim, são evidentes as falhas que favorecem o roubo nos armazéns: 1) não ter alarmes que cubram todo o perímetro, 2) não fazer um fechamento adequado das instalações, 3) o pessoal de segurança não faz visitas permanentes ao armazém 3) deixar ferramentas como escadas ao alcance dos criminosos, 4) não ter detectores de movimento, 5) contêineres de lixo colocados junto ao edifício de armazenamento não só aumentam o risco de incêndio, como também facilitam o acesso dos criminosos ao telhado e a remoção as mercadorias sem danificá-las.

Para encerrar o webinar e sob a moderação de Pascal Dubois, presidente do Comitê de Prevenção de Perdas do IUMI e CEO do CESAM, os palestrantes destacaram a importância de ter pessoal treinado nos almoxarifados, realizar inspeções e manutenções adequadas e implementar processos que garantam a identificação, prevenção e tratamento de possíveis acidentes.

Embora oficialmente os armazéns de carga tenham todos os equipamentos necessários e tecnologia de ponta, inspeções permanentes para identificar possíveis riscos devem ser realizadas.[:]

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