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Descripción

Las fibras son una clase de materiales similares al cabello que son filamentos continuos. Pueden también ser montadas en láminas o se pueden hacer productos tales como el papel o el fieltro. Las fibras son de tres tipos: fibra natural que consiste de fibras animales o de plantas, y fibra hecha a mano que consiste de fibras sintéticas y fibras regeneradas.

Las fibras naturales están hechas de fuentes de plantas, animales o minerales. Las fibras naturales pueden ser clasificadas de acuerdo a su origen.

Las fibras vegetales están generalmente compuestas, principalmente, de celulosa: ejemplos incluyen el algodón, el yute, el lino, el ramio, el sisal y el cáñamo. Las fibras de celulosa sirven en la manufactura del papel y de ropaje.

Las fibras animales, generalmente, comprenden proteínas tales como el colágeno, la queratina y la fibroína; ejemplo incluyen la seda, las fibras de tendón, la lana, el catgut, el angora, el mohair y la alpaca.

Aplicación

Luego de la Segunda Guerra Mundial, el desarrollo de las fibras sintéticas redujo significativamente el uso de las fibras naturales. Ahora, con el incremento de los precios del aceite y las consideraciones medioambientales, ha ocurrido un resurgimiento del uso de la fibra natural dentro de las industriales textiles, de construcción, de plásticos y de la automoción. Este interés es reforzado por las perspectivas del desarrollo en el mercado agro-industrial y en producciones locales, permitiendo un desarrollo y una independencia económica y frente a materiales importados.

Distribución / Almacenamiento

Todas las fibras naturales tienen un contenido de humedad que varía con la humedad relativa de la atmósfera, y la causa principal de daño a esta clase de fibra es el efecto de la humedad excesiva sobre y por debajo de la recuperación natural. El daño puede ser por bacterias o químico y puede ser debido al, entre otras cosas, contacto con líquido, agua o suelo, con metal oxidado, por la presencia de ácidos o por la degradación de la actina. En el caso fibras que están empaquetadas prensadas en balas, la presencia de humedad excesiva conducirá, normalmente, a lo que es llamado daño al ‘corazón‘, el cual comienza en el centro de la bala y se extiende hacia los exteriores. El contenido de humedad de las fibras puede cambiar en tránsito, ya sea debido a la pérdida de humedad natural o a la absorción; la humedad máxima que puede ser absorbida de la atmósfera es diferente para cada fibra celulósica y puede ser aproximadamente declarada en cada caso. La misma será, normalmente, menor a la que sería hallada luego de contacto con agua fresca o salada. La cantidad de sal presente en la fibra dañada puede dar algún indicador de si la causa fue contacto directo con agua salada o contaminación normal durante el tratamiento de la fibra. Una prueba de cloros debería hacerse para ambos, el material sano y el dañado.

Es esencial que las balas dañadas por humedad sean abiertas y secadas con el mínimo de retraso para evitar daño futuro.

Las fibras naturales que han sido separadas de forma inadecuada del tallo o la hoja original pueden ser más propensas a la putrefacción, y la fibra muy dañada será descolorida y de baja fuerza, mostrando las balas la apariencia de haber sido almacenadas al aire libre o en suelo húmedo. La decoloración de la fibra puede ocurrir cuando es almacenada Cerda o en la proximidad de otras mercancías que contengan exceso de humedad. La mayoría de las fibras celulósicas son propensas al crecimiento de mohos y hongos, y los contenidos de las bolsas hechas de estos materiales pueden también ser afectadas adversamente. Algunas telas y ropas son probadas contra el mildiú y la putrefacción para incrementar su Resistencia en la exposición a la humedad.

La fibra que se ha vuelto inservible para el propósito destinado puede hallas bien un Mercado alterno.

Factores de riesgo

La referencia es hecha las regulaciones OMI relevantes a la carga peligrosa.

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Datos de interes

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  • 5,38/5,94 m3/t (balas)
  • 2,55/3,68 m3/t (balas bien prensadas)

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